Menu 18grados en Valencia

Pizzas para llevar o tomar allí pero disponen de pocas mesas. Es un local pequeño. Muy buena calidad, la masa excelente, se nota que son artesanas y con los ingredientes de calidad, probé la de albondigas de la abuela, una combinación no habitual, pero execelente. Muy amable, nos dió mucha energia.

Pedí para llevar una pizza carbonara y la verdad es que se agradece encontrar una elaboración tradicional que se “aleje” de las precocidades del supermercado. Buen producto, buena materia prima y buen personal son ingredientes necesarios para tener clientes contentos. Repetiremos.

La pizza está increíble. Una pasada. Volveré. Y la chica que atiende es super amable y simpática. Da gusto encontrar sitios así.

Simplemente y llanamente, de las mejores pizzas que me he comido en mi vida. Están increíbles, tanto la masa como los ingredientes. Y las foccacias son una locura. Y para rematar, no es caro. Muy muy recomendable.

La verdad que son las mejores pizzas que he probado en mi vida. Se nota que aprendieron de los mejores profesionales en la materia. Entiendo que la clave además de unos ingredientes de primerísima calidad, es la dedicación, experiencia y cariño con que hacen las masas. Están tan buenas que me comía hasta los bordes. Saludables, a buen precio y un servicio de 10, en especial la encargada Sara que es a quién conocí. Recomiendo la pizza de rúcula, atún, queso y tomate, pero pueden escoger entre muchos tipos y añadir ingredientes, para todos los gustos y paladares, siempre están ricos y crujientes. Es como estar en un pedacito de Italia, visitando el coliseo, debe ser lo que comía Maximo Decimo Meridio.

Una pizza espectacular!!! Nos ha recordado las mejores pizza que comíamos en Roma!! El servicio muy muy bueno (casi como la pizza 😊). Roberto y Sara son una pasada y te lo ponen todo fácil 👏👏. Volveremos pronto!!!

La masa esponjosa riquisima asi como los ingredientes. Te hacen las pizzas en el momento con los ingredientes que tu quieras. La atención al cliente inmejorable

Un lugar donde hasta los gladiadores bajarían las armas por un bocado En las entrañas de esta ciudad, donde el ruido de la avenida del cid y la rutina son el pan de cada día, se esconde un coliseo culinario que desafía a los dioses mismos: la Pizzeria 18 grados. Entrar allí es como atravesar las puertas del Foro Romano, solo que en vez de estatuas de mármol, te recibe un aroma a masa recién horneada que podría revivir hasta al César. Todo comenzó con la focaccia. Una simple pieza de masa que, en mis manos, se transformó en poesía. Dorada, crujiente por fuera y suave por dentro, cada bocado era un himno de victoria. Me la comí rápido, como un soldado hambriento al regresar de la batalla, y aún así lamenté no haber traído una toga para sentirme más digno de semejante obra maestra. Luego probé la pizza con patatas y salchicha. Una combinación que, lo admito, al principio me hizo dudar. Pero, me bastó el primer mordisco para comprender que los romanos sabían lo que hacían. Las papas doradas se fundían con la salchicha jugosa en un abrazo tan perfecto que hasta los dioses en el Monte Olimpo deben estar celosos. Fue un duelo épico de texturas y sabores, donde la victoria fue toda mía. Y cuando creí que ya no había más sorpresas, apareció la focaccia rellena. ¿Rellena de qué? De sueños, de ambrosía, de todo lo que hace que la vida valga la pena. Morderla fue como abrir un cofre del tesoro en el que cada ingrediente brillaba con luz propia. Fue el golpe final, el clímax de una experiencia que nunca olvidaré. En resumen, esta no es solo una pizzería, es un coliseo de sabores, un homenaje a la grandeza de Roma. Si los gladiadores se hubieran alimentado con esta comida, todavía estarían peleando por la gloria. Así que vayan, saquen sus mejores togas y prepárense para una experiencia que hará que incluso Nerón deje de tocar la lira para pedir otra porción.