Mena La Finca en Pozuelo de Alarcón

Fui con una amiga y pedimos para compartir. Son platos sencillos y de fácil comer. El ambiente agradable para ir con amigos.

Un sitio especial para comer, cenar o lo que sea. Un trato muy bueno por parte del personal del local y la comida estaba espectacular. Mención especial a la carrillera que nos encantó, también las croquetas y la pizza muy ricas.

Es un sitio de 10, tanto por la comida como por el trato, el personal es maravilloso. La ubicación es inmejorable y las vistas lo hacen aún más especial. Disfruté muchísimo de la cena. Por fin un sitio con una relación calidad-precio acorde.

Demasiado grande el comedor, demasiadas meses, nada íntimo. Desorganización en la atencion a la mesa, tardaron mucho, de dos raciones de lo mismo llegaba una y la otra no. Había varios maîtres mirando el ordenador pero después de tomar la comanda ya no controlaba nadie la marcha de las mesas.... el servicio era gente joven no experta, muy amables pero sin una dirección que era lo que fallaba, no los camareros que hacían lo que podian y sabian. Deberían pensar aquello de "el ojo del amo engorda al caballo". Ahí parece que no hay "amo" que controle y esté pendiente.

Precioso el lugar pero relación calidad/precio de la comida no adecuado

Hemos estado el día de navidad y lo pasamos genial, comida deliciosa y el personal muy atento y sobretodo muy buen ambiente

Pase navidad en este restaurante y salí encantada, tanto el servicio como la comida y el ambiente en la terraza, todo genial.

Este restaurante es una joya. La comida es deliciosa, y su terraza es ideal para relajarse mientras disfrutas de cada plato. No puedes irte sin probar la pizza trufada: la combinación de la masa perfecta y el sabor de la trufa es sencillamente espectacular. El ambiente y el buen servicio completan la experiencia. Sin duda, un lugar al que volveré.

Hemos ido varias veces a desayunar en familia y siempre salíamos encantados con la terraza, las vistas, la calidad del desayuno.... excepto esta vez. Al empezar a pedir "zumo de naranja para todos", nos sorprendió la camarera diciendo "mejor de uno en uno". Al seguir con el segundo comensal, se acercó en Encargado y comentó que, oyendo lo que estábamos pidiendo o íbamos a pedir, "mejor era pedir el Brunch porque iba a ser más cómodo" (¿Más cómodo para quién? ¿Para ellos? ¿Para la caja?). Sin ser desagradable fue un poco ¿tenso? Al final decidimos seguir pidiendo el desayuno. Se equivocaron en algún café y se olvidaron de una tostada. Decir que estábamos prácticamente solos. En esta primera parte, vamos a pensar que fue "un mal día". Cuando llegaron los huevos Benedict, varios de los comensales dijeron que la clara estaba demasiado poco hecha (muchas partes estaban transparentes), el encargado de forma un tanto seca, respondió que eran así y nos explicó (sin venir a cuento) cómo se hacían. Al insistir que así no los querían, el encargado ofreció el traerlos más pasados. Fue otro momento tenso y de una sensación de "no tenéis ni idea". Para terminar llegaron las tostadas/bollería y aquí llegó la decepción. Nada que ver con anteriores visitas. Además, mis hijos que habían hecho fotografías de la última vez (mayo de 2024), las sospechas se confirmaron. Sin perder en calidad, las cantidades menguaron de forma escandalosa. El croissant, que estaba muy bueno, sólo estaba calentado; la última vez estaba a la plancha con mermelada y mantequilla (quizá habría que haber pedido aparte la mermelada y mantequilla, pero ni caímos ni nos lo ofrecieron). En resumen, una gran decepción pero tenemos la esperanza que sólo fue un mal día y volveremos a darles otra oportunidad.

En verano se está muy agusto. El sitio está muy bien, pero el servicio y la calidad es muy normalita. Los precios algo elevados. Sinceramente esa zona de la Finca debería pensar porque hay tan poca gente.