Mas El Pi en Montagut i Oix

¡Muy bueno y muy buen servicio!

Este restaurante es una joya en medio de las valles, con un entorno precioso que te deja sin palabras. La terraza es impresionante y en primavera y verano se disfruta más. La comida auténtica y deliciosa! Se nota que los ingredientes son de calidad, todo súper fresco y preparado con cariño. El personal, encantador. Te hacen sentir como en casa con su amabilidad y atención. Sin duda, volveremos!

Todo lo que esperas cuando vas a comer a un restaurante acompañado de una sonrisa 🔥☺️

Sitio rico,rico con muy buena atención El entrecot muy bueno!!! Muy recomendable

Todo un descubrimiento. El lugar es ideal, tranquilo y sin mucha gente , un ambiente idílico en mitad de la Garrotxa. Muy buen servicio y una comida a la altura. Si estás por la zona merece la pena.

Almorzamos canelones de carne y de espinaca. Además sopa de zapallo. Butifarra con alubias. Y pollo a la cazuela con cetas Exquisito todos los platos. Se los recomendamos. En un lugar de ensueño. Muy cerca de Castellfollit de la roca Muy buena de atención

Muy buena comida y mejor servicio. Super recomendable

El restaurante es de los lugares más acogedores a los que podrías ir, y no sólo por el local y el entorno, sino por el personal que lo hace aún más acogedor si cabe. Rosa e Igna son unos anfitriones de 10, te hacen sentir en todo momento como en casa y con David de colofón final, sentirás que no quieres marcharte nunca de allí. Siempre que nos escapamos a la Garrotxa, comida en Mas El Pi es parada obligatoria. Gracias siempre Rosa e Igna por ponerle tanto amor a la cocina ya los clientes.

Un Restaurante donde la comida es buena, de proximidad y de cocina tradicional con algún toque actual en el que priorizan un buen servicio en una terraza muy acogedora y un producto de calidad

Masía catalana donde degustar cualquier tipo de carne con ese sabor característico de brasa. Al margen de las carnes, también preparan ensaladas, pies de ministro guisados, canalones de setas, galtas de cerdo, hamburguesas, pollo rustido, canelones y alguna opción en pescado, bacalao, calamarcitos etc. Un buen pan con tomate y el buen vino para hidratarlo todo, y el alioli que no falte. Ambientación y mobiliario rustico con escasa decoración, mesas y sillas muy rectas, de aquellas que al final no sabes cómo sentarte. En un rincón de la sala una estufa de leña para crear ambiente en el invierno. Sencillo pero confortable a la vez. Marco incomparable rodeado de vegetación y árboles frondosos dando un espacio singular a su terraza exterior. Utilizan productos de proximidad con una muy buena calidad y platos generosos donde salir más que satisfechos, completándolos con las guarniciones típicas, patatas al caliu o fritas, fesols, pimientos etc. Servicio correcto, buen trato al cliente y sin grandes esperas en aporte de los platos. Precio adecuado para todos los bolsillos por la diversidad de su carta donde elegir.