Una experiencia muy desigual.
La primera vez que fuimos a desayunar, salimos encantadas: dos medias tostadas y dos cafés por 5,50€, buen precio y una atención correcta por parte de una camarera latina, que fue educada y amable, con educación. Que es lo mas importante.
Sin embargo, en la segunda visita 09/04/2025 la experiencia fue muy distinta.
Nos atendió esta mañana otra chica alta, delgada, pelirroja, con una actitud pésima. No mostraba el más mínimo interés. Parecia que la obligaban a trabajar.
Le pregunté si había zumo, me dijo que no. Luego veo que sí había, y cuando le pedí cambiar el café por el zumo, directamente abrió el zumo y me dijo que ahora eran 2,50€ más. Le expliqué que solo quería uno de los dos, no ambos, y aún así insistía en cobrarlos los dos. Por suerte, su compañera nos atendió después y solucionó el problema. Ella sí fue amable y resolutiva.
Pero lo peor fue el trato en general por parte de esta camarera, con su actitud y murmurando. No tiene educación. No dice ni una palabra cuando te cobra, no te explica si ya está lista la máquina de tarjeta, simplemente la deja y se va. Y claro, yo me quedé esperando sin saber si ya podía pagar o no. Yo he trabajado de camarera y sé cómo va esto, se avisa, se trata bien al cliente, se tiene un mínimo de comunicación. Esta chica ni se esforzó. Y sinceramente, si no tienes don de gentes, si no sabes tratar con personas, no deberías trabajar cara al público. La hostelería es dura, sí, pero la educación no cuesta nada.
Ya del precio mejor no digo nada porque creo que pague demas, pero por ya no tratar con esa chica mejor pague sin preguntar precios y sali rapido...
Una pena, porque el sitio podría estar muy bien, pero por culpa de una sola persona, la experiencia cambia por completo.
Davinia Salgado
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09 Abril 2025
6,0