Marisqueria Mare Nostrum II en Cullera

Sencillito, yo lo recomiendo para tomar unos cafés o similar y ya está

¡Todo perfecto, precio/rendimiento superior! Calidad de los productos muy buena! ¡¡Volverá!!

Para tomar un aperitivo, perfecto y precio razonable

Comida en pareja de tapas marineras en Cullera, la mejor relación calidad precio, ya vamos 3 veces al año y nunca decepciona, comes bien.

La comida muy correcta. Ubicación normal. Servicio muy bien al final, pero al principio muy apresurado y desganado.

buen sitio para comer, al no estar en "primera linea de playa" es mas economico y no te molesta tanto la gente que pasa por alli. los camareros muy amables y rapidos

Menú muy variado, rico y buen precio

Fuimos a este restaurante porque está avalado por la asociación de celíacos. La atención fue estupenda desde el primer minuto. Comimos gambas al ajillo y paella. Todo muy bueno, y yo feliz de poder comer con tranquilidad.

Suele haber bastante gente, pero la agilidad del servicio hace que las posibles esperas sean cortas. El problema es que cierran a finales de septiembre.

Al final tener un buen restaurante no es tan difícil: hay que meter una buena inversión en el local y adquirir un buen producto porque aunque derive en precios altos va a merecer la pena por el público que acudirá... Pero eso no te garantiza nada porque siempre, y más en localizaciones turísticas, vienen cuatro camareros "de verano" y te destrozan la atención al cliente que no vuelve. Pero este no es el caso. A nosotros nos atendió un camarero de oficio, de raza, que a sabiendas que la cuenta va a ser cara intenta que tu cena sea lo más agradable posible. Creo que se llamaba Pablo y podría estar trabajando en cualquier restaurante de tres estrellas Michelin. Estuvo pendiente todo el servicio de lo que pedíamos, lo que llegaba, lo que terminábamos, lo que nos faltaba, cambio continuo de platos y cubiertos... Y hasta de que tal estaba cenando la niña. Todo un profesional. Respecto del restaurante, excelente. Pedimos una sepia con ajetes que estaba exquisita, unas croquetas para la niña buenísimas y un arroz marinero riquísimo. La única pega que se le puede poner es que la ración de arroz no era muy abundante, para una cena más que de sobra, pero para una cocina se hubiese quedado corto El precio, caro, ya sabíamos que no era un restaurante de playa, 80 euros.