Marcelle en Madrid

Vine aquí por recomendación de un amigo. No me decepcionó. Restaurantes encantadores y saludables con menú del día. Si sois dos, podéis probar prácticamente todo. El chef incluso nos cortó un plato por la mitad, así que no tuvimos que hacerlo. Ya he vuelto, y si estáis por aquí, echad un vistazo.

Extraordinaria comida en un pequeño local con una carta de vinos a descubrir (pequeños productores) de buena calidad. Se puede pedir poco más

Genial sitio, con un menú de degustación super especial y cuidado. Ambiente relajado y mucha atención al detalle :)

Acogida, cocina y servicio perfectos. Un menú único con 3 entrantes, 3 platos principales y 2 postres garantiza frescura y calidad. Precios muy razonables (agua y pan incluidos). Un lugar estupendo para comer en Madrid. Reserva ya que el comedor es pequeño.

Restaurante que bien merece su alta calificación. Cenamos un menú de tres platos con cerdo ibérico y una botella de vino español. El servicio también fue excelente. Cierra algunos días entre semana y no siempre abre para comer. Recomiendo reservar. ¡No te lo pierdas si estás en Madrid!

¡Gran experiencia, cocina refinada y una bienvenida muy cálida!

La tarta de tomate estaba para morirse.

Una joya. Una pareja encantadora que prepara platos deliciosos en un espacio íntimo. Reserve con antelación; el cupo está limitado a una docena de afortunados clientes. Comida gourmet y vinos de viñedos pequeños a precios razonables.

Muy pequeño restaurante sin pretensiones que ofrece comida increíble! Servicio impecable con el anfitrión siendo muy acogedor y agradable. Solo ofrecen menú de 3 platos con 2 diversiones - bouches para empezar. El servicio de pan está incluido y viene con un excelente pan casero. Disfrutamos de cada bocado de nuestra cena la noche que estuvimos allí. Nos fuimos como 2 clientes extremadamente contentos : ) Marcelle con su ambiente acogedor, un servicio encantador, una comida muy bien presentada e increíble... ¡me encanta!

Nuestra segunda visita a este local, casi un año después de la primera. Tengo que destacar todo, empezando por el espacio y terminando con la banda sonora. Mención aparte para el trabajo de Manon, profesional y muy cariñosa. Cenamos dos menús para combinar casi todos los platos de la carta. Todo era diferente a nuestra visita anterior... salvo las gildas. Y vaya gildas. Todos los platos, magníficos, destacando las mollejas. Nunca las había comido tan suaves y tiernas. Selección de vinos excelente. Todavía recordábamos el vino naranja del año pasado. Y ahí estaba, en otra versión. Enhorabuena. Volveremos.