Mar de Fulles en Alfondeguilla

Me quedo con las palabras de Juanma “aquí estamos para cuidar a las personas”, tal cual. Tania, en recepción, excepcional trato y cuidado. Entorno espectacular. Lo recomiendo!

He estado allí durante dos días haciendo unas jornadas de empresa y solo puedo decir que la experiencia ha sido espectacular. Había leído reseñas diciendo que hacía frío en las habitaciones, para nada. Han cambiado la calefacción y el nivel de confort es óptimo. Otras reseñas hablaban de que no hay wifi, pero sí que tienen (starlink). Sin duda la comida es su punto fuerte, pero la amabilidad y adaptabilidad del personal no se quedan atrás. El complejo es precioso y la Yurta para hacer yoga le da un plus a la, ya de por sí, excepcional experiencia. E entorno es precioso y hay muchas rutas de senderismo alrededor del hotel. Gracias Juanma, Tania y demás personas por el trato recibido estos días, volveremos seguro.

Hemos ido a comer con dos amigos y tengo que decir que ha sido excelente. Todo muy bueno, buenísimo. Excelente también la atención del personal, muy amables. Para volver.

Llevo tres años seguidos organizando un retiro de pilates en el Hotel Mar de Fulles y cada vez la experiencia es increíble. El entorno es maravilloso, en plena naturaleza, lo que aporta una sensación de paz y desconexión total. La sala destinada a las prácticas es muy cómoda y acogedora, me siento como en casa desde el primer momento. Todo está impecablemente limpio y la comida es excelente, con opciones deliciosas y bien preparadas. Quiero destacar especialmente la atención de Tania, quien siempre está pendiente de todo. Nos atiende con mucha amabilidad, resolviendo cualquier duda y asegurándose de que la estancia sea perfecta. Su dedicación hace que la experiencia sea aún más especial. Por la noche, el lugar tiene una magia única. Al estar en plena montaña, lejos de las luces de la ciudad, el cielo se llena de estrellas y se puede escuchar el canto del buho de noche, creando un ambiente inigualable. Sin duda, un sitio perfecto para retiros y para conectar con uno mismo. ¡Y por algo repito cada año! Volveré sin duda

El 21.02 hicimos un retiro aquí. Todo fue maravilloso: un ambiente cálido, un servicio excelente, un personal atento y una comida deliciosa. El lugar donde se encuentra el hotel es simplemente fantástico.

Acudí con mi pareja para celebrar San Valentín con el pack de escapada que ofrecian, ya que estaba muy bien de precio. Llegamos en pleno servicio de comidas para hacer el cheking y a pesar de que la chica estaba cubriendo el servicio, nos atendió lo más rápido que pudo. También nos aconsejo rutas y planes para hacer cerca del hotel, ya que esta en medio de la nada, alejado de los pueblos. Posteriormente, nos dio la tarjeta de la habitacion y nos acompañó para enseñarnosla, ofreciéndose a ayudar con las maletas (Fue muy simpatica en todo momento) Una vez instalados, nos dimos cuenta de que no había TV ni cobertura, Al principio nos chocó un poco pero al ser un hotel con filosofía de desconexion aprovechamos esta situación y estuvimos todo el finde despegados de cualquier pantalla. La habitacion estaba muy limpia y era amplia, pero por poner una pega le haría falta un poquito de lavado de cara (Arreglar algunas grietas de la pared por ejemplo) La calefacción es central, que entiendo que al ser sostenible con el medio ambiente deben mirar lo máximo posible por la eficiencia energética pero si que es verdad que es una zona de frío y humedad por la noche, y si no tienes todo totalmente cerrado puedes pasar un poco de frío, aunque dejan mantas en el armario por si acaso. La comida si que es todo un acierto, cenamos un menú degustacion con productos ecológicos de la zona que venía incluido en el pack que habíamos reservado y estaba todo increíble, además destacar la atención de la chica que en todo momento explicaba que era cada plato y se aseguraba de que estuviera a nuestro gusto. El desayuno también fue muy bueno y variado. En conclusión, si lo que buscas es una escapada de total desconexion y con una buena relación calidad - precio, merece la pena acudir a este hotel ☘️

El enclave es una pasada, al atención perfecta y la comida muy correcta respecto al precio. Falta un pelín de mantenimiento y pintura. Recomendado

Fuimos para San Valentín, es un lugar perfecto para desconectar, disfrutar de la pareja y rodearte de un entorno natural. La cena y el desayuno fue muy bueno, productos de proximidad y de calidad, el lugar, el ambiente y el sitio crean un lugar perfecto para desconectar. Solamente pondré el apunte de la calefacción (aire acondicionado caliente), cuando entras a la habitación (de noche) de forma estándar está encendido con una temperatura que calienta la habitación pero no lo suficiente, da un poco de sensación de frío . El resto fenomenal.

Ideal para descansar y desconectar, olvida el teléfono y la tele, ahí vas a leer , pasear y disfrutar de la tranquilidad. La cena en el restaurante obligada , nos encantó todo y volveremos, calidad precio muy bien.

Un lugar genial para descansar y sobretodo para estar en contacto con la naturaleza. He estado allí en un retiro de Yoga con una profesora que se llamaba Isabel Lopez; y estuvo todo genial.