Mantúa en Jerez de la Frontera

¡Nos encantó! Ambiente relajado, personal muy amable y comida espectacular. Recomendado 100%

Probamos el menú arcilla y el maridaje con vino de Jerez. Una comida excelente. Israel y su equipo han conseguido que su menú tenga identidad propia, tenga sabor a Jerez. Eso no lo consiguen todos los estrellas michelín.

Excelente. La comida es toda una experiencia, los vinos de todo tipo riquísimos. El servicio impecable y el sommelier atento a tus gustos en todo momento. Desde la temperatura del local, la decoración, la vajilla y los cubiertos hasta la música, todo un placer para los sentidos. Para repetir siempre que se pueda.

Aunque el chef Israel Ramos estuvo cocinando en Tokio el 29 de mayo de 2025, en lugar de en Jerez, su equipo de cocina y servicio no dejó nada al azar y, en nuestra segunda visita (después de 2023), nos brindaron una velada de primera clase que quedará grabada en nuestros recuerdos para siempre. No solo la calidad fue impresionante, sino también la presentación de cada plato. Gracias, y esperamos con ansias nuestra próxima visita a Jerez de la Frontera.

Es la segunda vez que vamos a Mantua y las dos veces ha sido una experiencia estupenda. Magnífico el menú, los vinos, los tiempos de servicio, el personal muy profesional. Recomendable 100%

Fenomenal. Perspectivas muy buenas Mucho mejor el resultado final. Me ha encantado que el Chef interactuara en sala. Atento a nuestra satisfacción. Muy pendiente de que todo resultara perfecto. Y lo fué Enhorabuena

Todo genial, el menú increíble y las recomendaciones de vinos excelentes. Cogimos el menú corto y acabamos muy bien. Recomendable y para repetir

Para mí, un antes y un después en la gastronomía. No es comida, es otra cosa totalmente distinta. Si pudiera, iría todos los meses. Además, el servicio impecable con un trato exquisito

Vaya, qué increíble almuerzo. Desde el momento en que entramos, nos sentimos totalmente bienvenidos y relajados. Mantúa es absolutamente hermosa — elegante sin ser relleno, y el ambiente justo para una comida sofisticada, pero discreto. ¿La comida? Siguiente nivel. Cada plato tenía tanto pensamiento y creatividad detrás, con sabores y texturas que no dejaban de sorprendernos de la mejor manera. Cada curso se basó en el último de una manera que era a la vez divertido y seriamente delicioso. También hicimos el maridaje de vinos, y estoy muy contenta de haberlo hecho. Tenía un precio muy razonable e hizo que la comida brillara aún más. El servicio fue excepcional — amable y atento. Todos con los que interactuamos nos hicieron sentir atendidos sin estar en la cima. ¿Y la mejor parte? Además de preparar cuidadosamente 18 - 22 cursos para los clientes, el Chef Ramos nos sirvió, charló con nosotros y respondió a nuestras preguntas con paciencia y entusiasmo. Se podría decir cuánto le importa la experiencia completa de sus invitados. Honestamente se sentía como si estuviéramos cenando en su casa, y ese toque personal hizo la tarde aún más especial. No puedo esperar a volver. Este lugar es algo especial. ¡Qué almuerzo tan increíble! Desde el momento en que entramos, nos sentimos totalmente bienvenidos y relajados. Mantúa es absolutamente hermosa: elegante sin ser pretencioso, y con el ambiente perfecto para una comida sofisticada pero discreta. ¿La comida? De otro nivel. Cada plato creado con muchísima creatividad, con sabores y texturas que nos sorprendieron una y otra vez de la mejor manera. Cada plato se complementaba con el anterior de una manera divertida y deliciosa a la vez. También hicimos el maridaje de vinos, y me alegro muchísimo de haberlo hecho. Tenía un precio muy razonable y complementaba a la perfección la comida. El servicio fue excepcional: amable y atento. Todos con quienes interactuamos nos hicieron sentir atendidos sin ser excesivos. ¿Estás mejor? Además de preparar entre 18 y 22 platos para los clientes, el chef Ramos nos atendió, conversó con nosotros y respondió a nuestras preguntas con paciencia y entusiasmo. Se notaba cuánto le importaba la experiencia total de sus clientes. Sinceramente, nos sentimos como si estuviéramos cenando en su casa, y ese toque personal hizo la tarde aún más especial. ¡Qué ganas de volver!

Toda una experiencia. Trato exquisito y simpático. Platos bien presentados y servidos. Como una maquina bien engrasada, armonica en todos sus movimientos. Me hubiese gustado un lugar mas acogedor, aun asi, nos gusto su decoracion. Totalmente recomendable.