Mandarina en Peñíscola

La comida espectacular, los postres una locura, servicio súper amable y correcto, ambiente tranquilo, pica un poquito pero merece la pena.

Ambiente increíble. Estuvimos en la terraza exterior tomando unos cócteles y muy buenos! Luego nos metimos dentro para bailar un poco y nos lo pasamos genial! Volveremos..

Debo resaltar, estuve la noche de las luces de Peñíscola, una noche muy especial dado q el restaurante estaba completo y la atención ha sido espectacular en general, no se les veía estresado a los camareros, siempre se acercaban con una sonrisa y la comida muy deliciosa. Resultado, muy recomendable !!

Mandarina 🍊es, sin duda, uno de los lugares más especiales de Peñíscola. Su ubicación es inmejorable: justo frente al castillo, regalando vistas de postal, especialmente mágicas al atardecer 🌅 o en noches de luna llena. 🌝 El personal es ejemplar 💯: atentos, amables y siempre pendientes de que la experiencia sea perfecta. Se nota que cuidan cada detalle, desde la bienvenida hasta el último momento. La propuesta gastronómica es muy interesante. La carta, aunque no muy extensa, está perfectamente equilibrada y ofrece opciones para todos los gustos: carnes, pescados e incluso sushi. Cada plato está elaborado con esmero, presentado con gusto y, lo más importante, ¡delicioso! 😋 Pero si algo hace único a Mandarina es su ambiente 🪩. Tras la cena, el lugar se transforma: recogen las mesas, sube la música y un DJ crea una atmósfera vibrante que invita a quedarse a tomar una copa. La coctelería es de nivel premium, con combinaciones creativas, bien presentadas y preparadas por un profesional. En resumen, Mandarina es más que un restaurante: es un lugar para vivir una experiencia completa, desde una cena exquisita hasta una noche con mucho ambiente. Imprescindible si visitas Peñíscola. ⭐⭐⭐⭐⭐

No comimos pero si una buenas vistas nocturnas y buen servios, para bailar y pasarla genial

El discjockey pincha faltal nadie baila contigo n esa música que no mueve a nadie!!! Buscate otro curro chaval

El sitio tiene unas vistas impresionantes, ya solo por eso merece la pena. Nosotros fuimos a cenar y muy bien, pero sí que notábamos que los camareros andaban algo despistados, ya que nos preguntaron varias veces que faltaba según iban saliendo los platos. Igualmente, por ejemplo de los 5 platos de sushi faltaban la mitad, y de los que quedaban no tenían para hacer la tempura, ósea el plato a la mitad. Lo que sí nos chocó fue el ambiente de fiesta, quizás esperábamos otra cosa pero bueno. Lo que no nos pareció bien fue que las botellas de alcohol venían sin dosificador, algo totalmente inadmisible en un sitio con esos precios.

Tanto la comida como el servicio excepcional. La terraza la mesa que nos asignaron y las vistas al Castillo de Peñiscola para dejarte sin habla. Hemos cenamos en varias ocasiones y está no será la última......

Muy buena opción para tomar unas copas en Peñíscola. Local muy bien decorado con música para poder pasar un rato excelente!!

Es un sitio que te atrapan desde el primer momento. La carta de cócteles es variada. También ofrecen smoothies ,cafés y picoteo.