Mala Mía Fashion Restaurant en Murcia

Esta bien y un ambiente bueno los camareros muy bien

La atención al cliente por parte de los camareros es exquisita. La decoración, los baños, todo merece una foto. Precios un poco elevados para las raciones tan pequeñas, pero todo está delicioso, un 10 de sitio.

La comida está muy buena y el ambiente genial, precios acordes al tipo de restaurante. El calamar está buenísimo, no hace justicia su apariencia. Por poner algún pero hubo un par de productos que, si no recuerdo mal, no coincidía su precio en la web con el que cobraron en el restaurante, aunque eran pequeñas diferencias, habría que revisarlo.

Siempre una grata experiencia. Podría extenderme en los muchos conceptos que lo hacen diferente, su cocina 12 horas, la fusión de sabores, la variada carta de vinos, la coctelería, el ambiente, la decoración, la música... pero lo que me hace volver una y otra vez es el equipo, el trato y las ganas de hacer que nuestra velada/comida familiar/escapada sin niñas sea agradable y llena momentos para guardar. Muchas gracias a todos.

En mi reciente visita a Mala Mía, después de unos años, me encontré con un lugar que, aunque sigue teniendo su estilo, ha cambiado un poco, y no sé si para mejor. Antes, cuando se llamaba Agus, recuerdo que los camareros te hacían sentir especial, explicándote cada plato con una pasión que casi podías saborear. Ahora, aunque han dado un nuevo aire al sitio con unos retoques aquí y allá, ese toque personal parece que se ha esfumado.La cena empezó bien con una tabla de quesos que invitaba a explorar con la vista y el paladar, aunque eché de menos a alguien que me guiara a través de esos sabores. Antes, cada queso venía con una historia, y ahora te dejan una tarjetita para que leas tú mismo. No está mal, pero no es lo mismo.El jamón ibérico y el pan con tomate no fallaron, estaban tan buenos como los recordaba. Pero la pluma ibérica, que me hacía ilusión probar de nuevo, esta vez no estuvo a la altura. Me sabía más a un simple pollo asado que a esa delicia por la que antes anhelaba.Donde sí acertaron fue con el Pepito de ternera con foie, eso hay que decirlo, estaba de lujo.Así que, aunque la comida sigue siendo de calidad, lo que antes hacía a este sitio diferente era el servicio, esa cercanía y ese mimo al presentarte cada plato. Me llevo un sabor agridulce de esta visita, así que les dejo tres estrellas, con la esperanza de que vuelvan a ser ese lugar que tanto me gustaba antes.

Fuimos con la promesa de un ambiente distinto y no defrauda, el trato de los camareros espectacular el cuidado en los protocolos, la explicacion de los platos, sin duda para noches especiales es el sitio perfecto, cristian y david son un 10 como profesionales sin duda lo recomiendo a todos

En resumen, comida y servicio de 10.

Lugar muy acogedor, con ambiente muy agradable. Buen trato y cercanía. Tomamos el menú Un Paseo por Mala Mía con maridaje. Lo recomiendo, aunque también tiene buena pinta el menú Tradición. Nos gustó especialmente el falso risoto y la pluma ibérica. La carta de vinos es amplia y variada. Salvo pequeños detalles, siendo muy exigentes, es sitio para repetir.

La atención desde que entramos fue maravillosa, pendientes en todo momento de todo, la comida también estaba muy buena, a destacar las croquetas de gamba roja que estaban increíblemente buenas y las ostras tempurizadas también!!

Fuimos el día que había una cantante en directo que la verdad que lo hacía genial. Muy recomendable, la comida y el personal genial