Major Trenta-Sis en Gavà

What a stupendous break we enjoyed eating at Major Trentasis (36) between our morning visit to the fantastic Parc Arqueològic Mines de Gavà & the Museu de Gavà (free admission). There's people that make great food & create a fantastic overall dining experience, in this case, it's the owners, Rosa & Manel. Everything was elaborated to perfection with a full panoply of delightful flavors from the salad, soup, meats to the desserts; with, of course, great coffee. We took the R2 from central Barcelona to Gavà for an ≈45 minute train ride (there are also bus lines that ply this route). • 5 minute walk from the station to Major 36 restaurant, • 5 minutes from Major 36 to the museum , • 15 minutes from the train station to the neolithic mine museum. ◆■◆ ¡Qué estupendo descanso disfrutamos comiendo en Major Trentasis (36) entre nuestra visita matutina al fantástico Parque Arqueológico de las Minas de Gavà y el Museo de Gavà (entrada gratuita!). Hay gente que prepara comida excelente y crea una experiencia gastronómica fantástica; en este caso, son los dueños, Rosa y Manel. Todo estaba elaborado a la perfección con una amplia gama de deliciosos sabores, desde la ensalada, la sopa, las carnes hasta los postres; con, por supuesto, un café buenísimo. Tomamos el R2 desde el centro de Barcelona hasta Gavà para un viaje en tren de unos 45 minutos (también hay líneas de autobús que cubren esta ruta). • 5 minutos a pie desde la estación hasta el restaurante Major 36, • 5 minutos desde Major 36 hasta el museo, • 15 minutos desde la estación de tren hasta el museo de las minas neolíticas.

Manel y Rosa son dos artistas de la restauración que te hacen sentir como en casa con una oferta gastronómica de procimitado y de la máxima calidad

Es un restaurante muy especial, con una atención y comida espectacular. Ideal para ir en pareja.

Un restaurante absolutamente encantador. Desde el momento en que entras, se respira un ambiente acogedor que te hace sentir como en casa. El trato del personal es excelente: cercano, amable y siempre atentos a cada detalle, como si fueras parte de la familia. Se nota que les importa que disfrutes de la experiencia al máximo. La comida es casera de verdad, de esa que cuesta encontrar hoy en día. Cada plato está elaborado con mimo, ingredientes de calidad y una presentación cuidada, sin pretensiones pero con mucho gusto. Probamos varios platos del menú y todos estaban deliciosos, con sabores auténticos que te transportan a la cocina de toda la vida. Además, el local está decorado con mucho gusto, con detalles que lo hacen cálido y familiar. Es de esos lugares que invitan a volver una y otra vez, ya sea en pareja, con amigos o en familia. Sin duda, se ha convertido en uno de nuestros restaurantes favoritos. Recomendadísimo para quienes buscan buena comida, un trato humano y un ambiente donde sentirse cómodo y bien recibido. ¡Un verdadero tesoro!

Atención exquisita, comida deliciosa, ambiente muy cálido. Si puedes no te lo pierdas.

Disfruté mucho la comida, muy deliciosa, y volveré allí

Me encantó. Se come verdaderamente bien, con productos de calidad y km 0, muy bien cocinados. El trato es cercano y muy cálido, tienes la impresión de que has ido toda la vida. Repetiremos sin duda, y con amigos! Gracias.

La calidad de la comida me hizo la boca agua durante días. Incluso ahora, mucho después de la experiencia, todavía recuerdo el sabor de las alcachofas y los calamares con ese arroz suave y de textura aterciopelada, mágico. Las porciones no son grandes, pero los sabores lo compensan con creces. Se nota en cada plato que los ingredientes son frescos. También me impresionó la presentación: muy delicada y bien organizada. Los propietarios (el chef y la camarera principal) son personas accesibles y realmente amables. Me sorprendió gratamente descubrir que son tan dulces como sus postres. No es barato, pero la experiencia fue tan buena que con gusto volveré.

Bonísimo comida, maquisimos el servicio y todo muy sabroso. ¡Fantástico!

Muy buena comida, seguro que saben cocinar platos tradicionales con un toque de los tiempos modernos. La crepé de alcachofa con yema cruda y curada es algo por lo que morir, y los canelones son extraordinarios. El personal es amable, dispuesto a ayudar y están muy contentos de que estés allí. La "carta" es de octubre a mayo, de mayo a octubre este es un restaurante de tapas y las tapas son para morirse también. Recomendar y volver, una y otra y otra vez.