11/11/2025: Probablemente mi italiano favorito. No es el típico restaurante clásico, y eso es precisamente lo que más me gusta. Un concepto donde puedes encontrar platos italianos con un toque moderno, elaborados con producto de muy buena calidad. Mención especial para las croquetas de gamba y los linguine con tartar de carabinero: puro espectáculo.
Pero si hay algo que realmente destaca en Brutus, es el servicio. Hemos ido ya unas cuatro veces y cada día nos tratan mejor. Se nota un ambiente de trabajo joven, cercano y con muy buen rollo.
Gracias a Silas, Santi y Jere por hacernos sentir como en casa y convertirnos en clientes habituales.
Además, los cócteles están todos buenísimos y la terraza es espectacular. Sin duda, nuestro italiano de confianza.
09/11/2025: Tuve el placer de visitar Brutus casi por casualidad. ¡Una encantadora mezcla de estilo moderno, con mucho hormigón visto y preciosos elementos decorativos de madera! Visualmente, no parece italiano, pero lo es, ¡y de los buenos! Aunque no en todos los aspectos. Hay mucho personal con delantales, ¡un equipo muy joven y atento! Un pequeño consejo: sin duda, reserva, sobre todo si solo vas a comer dentro. No hay muchas mesas. ¡Aunque sentarse fuera también es muy, muy agradable! Una terraza preciosa con una iluminación estupenda, mesas bonitas y un ambiente genial. La cocina es especialmente interesante, ¡donde puedes ver al personal trabajando detrás de la barra! Es fascinante observarlos, ¡parecen muy eficientes y siguen un plan a la perfección! ¡Genial! La carta es concisa, pero ofrece suficiente variedad. ¡Pedí los Spaghetti Carpaccio e Pepe! Estaban muy bien hechos, la pimienta era ligeramente gruesa y estaba integrada en la salsa, la salsa de queso tenía un fuerte aroma a parmesano y la pasta estaba perfectamente al dente. El carpaccio era maravillosamente fino, pero le faltaba algo. Le faltaba aceite, condimentos, pesto, ¡y nada por el estilo! Con un poco de aceite de oliva, eso sí, ¡estaba bien! ¡Los palitos de pan con tapenade de aceitunas estaban fantásticos! Una textura maravillosa, un sabor a aceituna no demasiado intenso, ¡perfecto! Sin embargo, mejor no pidas pizza. La masa es demasiado fina, lo que provoca muchas burbujas y dificulta comerla; tiene muchos trozos quemados y poco sabor... no es la pizza que esperarías de un restaurante italiano. ¡A pesar del magnífico horno de piedra! Los precios son bastante razonables y no son excesivos. Eso sí, cuando está lleno, el edificio de hormigón se llena y se pone un poco ruidoso.