Lume en Santiago de Compostela

Fuimos a Lume en Santiago con buenas expectativas. La ensaladilla estaba muy rica, fue lo que más nos gustó. El resto de los platos estaban bien, pero nada especial, no sorprendieron demasiado. El postre sí que no nos gustó nada, bastante flojo para cerrar la comida.

Terminamos en Lume al no encontrar sitio en restaurantes alrededor. Los platos tienen acompañamientos originales en la carta pero luego no es nada extraordinario en el plato. Los mejillones nada especial, el rape del montón, las hamburguesas muy adornadas pero hasta ahí, el pulpo correcto, cerdo ibérico sin sobresaltos, y las navajas muy buenas pero llegaron tarde. La tarta de queso decepcionante, el otro postre llevaba chocolate pero dejó poca huella y ni recuerdo qué era. No había café. Salimos a 40€ por cabeza y con la sensación de que debíamos habernos alejado del mercado para buscar mejores opciones.

Todo delicioso. La HAMBURGUESA la mejor que hemos probado en todo el mundo!!! Excelente servicio

Muy buena relación calidad-precio, con un menú degustación por menos de 50 € (bebidas no incluidas). En resumen, me alegro de haberlo probado y algunos platos me llamaron la atención. Las navajas estaban bien limpias y, aunque el pil pil no estaba muy presente, las disfruté mucho. El puerro con espuma de queso también estaba muy rico, mientras que la berenjena estaba un poco sosa y quizás le faltaba originalidad, ya que creo que es bastante común en la cocina asiática preparada de esa manera. La carne estaba sabrosa, aunque no memorable. El vino era realmente increíble. Un blanco dulce, pero no un postre; la sugerencia fue acertada y me hizo descubrir algo nuevo. Me sorprendió que no tuvieran infusiones ni café, algo que algunos podrían querer disfrutar después de comer o cenar. Sin embargo, el postre estaba delicioso, especialmente el sorbete de cacao. Notamos que a algunos les pidieron chocolates extra en la sección de postres; me pregunto si fue porque no eligieron la carta o si fue porque el personal se olvidó. Las proporciones del menú eran decentes. Vinimos con hambre, pero no muertos de hambre. Tuvimos suerte de sentarnos afuera, porque es cierto que adentro en verano puede hacer calor y los taburetes no son muy cómodos. El concepto dentro es el de una mesa alta compartida, así que si buscas privacidad, la tendrás más afuera. Sin embargo, la cocina es eficiente y funciona ordenada y silenciosa, así que no es demasiado ruidosa. La recomiendo.

Una visita tristemente decepcionante a un lugar que esperábamos con ilusión. Todos estaban trabajando duro en la cocina y los camareros eran alegres y siempre dispuestos a complacer. Para empezar, los asientos que tienen son mostradores con taburetes altos o mesas exteriores demasiado bajas con taburetes bajos. Ninguna opción era cómoda y a menudo me quedaba de pie durante la cena. Un par de platos estaban buenos: la berenjena con tomate y bonito. La sugerencia del vino fue perfecta. Por otro lado, las ostras tenían conchas y la salsa era mala. Las papas bravas estaban aceitosas en lugar de crujientes y cocinadas de forma irregular, la mayoría poco hechas. El local necesita mucha reforma y una renovación del interior y la decoración.

Me ha parecido Espectacular la comida. Unos sabores de la tierra. El menu degustación guaaaaaauuu.

Menú degustacion muy recomendable. Atención exquisita. Aceptan 🐕 en terraza. Mís favoritos Los berberechos en caldo de pollo y la berenjena.

Platos muy originales y sabrosos, el primero y el segundo. Y un postre excepcional. Buen vino, por si fuera poco.

El servicio fue excelente al igual que la comida.

Segunda visita a esta propuesta de Lucía Freitas y no nos ha defraudado nada... Está vez optamos por el menú degustacion (7 platos y postre) y nos encantó todo lo que nos pusieron. El trato por parte del personal estupendo. Volveremos.