Los Patios en Gijón

Si buscas un lugar donde la comida sea tan memorable como el descaro de su propuesta, Los Patios en Gijón es una apuesta segura. Este rincón, regentado por el cordobés Manuel Joven, combina la pasión por las brasas con un toque de humor que se cuela desde el nombre hasta el último bocado. No esperes un sitio que se tome demasiado en serio, pero sí uno que sabe lo que hace. El ambiente es un acierto: decoración con un aire andaluz que te hace sentir en un patio cordobés, pero sin caer en el cliché de postal turística. La carta es un desfile de platos que mezclan tradición con un guiño travieso: el salmorejo es tan cremoso que parece susurrarte "pruébame otra vez", y las carnes a la brasa, como la picaña de wagyu, llegan con un punto tan perfecto que casi dan ganas de aplaudir al parrillero. ¿Lo mejor? Las tortillas de camarones, crujientes y con ese toque salino que te transporta a la costa sin moverte de la mesa. El servicio es atento, con esa naturalidad que hace que te sientas como en casa, aunque con un par de camareros que parecen disfrutar soltando alguna pullita amistosa. La bodega, con más de 150 referencias, es un guiño a los amantes del vino, aunque no te sorprendas si te recomiendan un tinto con la misma pasión que un cantaor flamenco. ¿Pegas? Algún plato puede llegar con un precio que te hace alzar una ceja, como si te dijeran "paga y no preguntes". Pero la calidad lo justifica, y la experiencia, con su mezcla de sabor y descaro, vale cada euro. Los Patios no es solo un restaurante; es una declaración de intenciones: aquí se come bien, se ríe mejor, pero decirle a Manuel que la carne de la sierra de Guadarrama (Madrid) no tiene nada que envidiar a la de Asturias.

Muy buen servicio. Platos abundantes y bien elaborados, buena relación calidad-precio.

Excelentes profesionales muy buena cocina y buen producto, muy recomendable

Quiero destacar en primer lugar el excelente servicio por parte del equipo de sala. Tanto la chica como el chico joven que nos atendieron fueron muy amables, cercanos y atentos en todo momento: un trato realmente excepcional. En cuanto a la comida, empezamos pidiendo dos copas de vino tinto tras explicar que queríamos algo que no fuera amargo ni excesivamente amaderado. El responsable nos recomendó dos opciones que nos encantaron, muy bien elegidas. Pedimos también tortillas de camarones, que nos transportaron directamente a Cádiz por su sabor auténtico. Y las croquetas, realmente espectaculares: buena cantidad, crujiente justo para que no se deshicieran, jamón muy tierno y una bechamel sedosa que envolvía la boca. Sin duda, de las mejores que hemos probado. Para el plato principal, compartimos un chuletón. Al preguntar por la guarnición, el responsable nos sugirió pimientos del piquillo y patatas fritas. Elegimos ambos para completar el plato. Los pimientos estaban muy buenos, pero aquí encontramos un detalle que nos pareció poco claro: en ningún momento se nos indicó que la guarnición se cobraría aparte ni que se nos servirían dos raciones de cada acompañamiento, cobrándonoslas como extras. Además, las patatas fritas fueron, sinceramente, lo único de la comida que no nos gustó nada. Al ser cobradas también como otra guarnición aparte (y además duplicadas), la experiencia en este aspecto resultó algo decepcionante. Creo que sería importante informar al cliente de antemano sobre el coste extra de cada acompañamiento y la cantidad que se servirá. Por último, sobre el digestivo: tras comer, los dos camareros jóvenes nos ofrecieron muy amablemente postre, café o algún licor, y les dijimos que no. Sin embargo, el responsable se acercó más tarde a insistir varias veces para que probáramos un digestivo típico cordobés. Finalmente accedimos. El “Verano Cordobés” estaba muy bueno y nos encantó, pero es cierto que tras tanta insistencia pensamos que podía tratarse de una invitación de la casa. Al incluirse en la cuenta, nos dejó una sensación un poco incómoda. CONCLUSIÓN En conjunto, la relación calidad-precio de la comida nos pareció buena, y el servicio de los camareros de sala fue excelente. Sin embargo, me gustaría sugerir que se informe con más claridad al cliente sobre los precios de las guarniciones y bebidas extra, y que se evite insistir demasiado en ofrecer algo si el cliente ya ha declinado previamente. Creo que eso ayudaría a que la experiencia sea aún mejor.

Espectacular, muuuchas gracias!!!! Si no entras, no has estado en Gijón

Si lo que buscas es un sitio premium de carne, no es el sitio. Pedimos de entrante el pulpo y lo cierto es que estaba muy bueno. De plato fuerte pedimos el chuletón los patios, sin entrar a valorar si se trataba o no de una carne madurada, ( tal vez habían tenido mucho público el día anterior y no tenían existencias) , cuando lo pedí , no me preguntaron el punto de la carne, pero rápidamente le especifiqué claramente que el punto de la carne que lo quería poco hecho .....pero dio igual, el chuletón llegó al punto , incluso en los bordes al punto +.......el tamaño tampoco es para tirar cohetes . Las guarniciones , puré de patatas , muy bueno , y cebolletas glaseadas ,sin más. Luego pequeños detalles feos, como pedir agua y que te traigan sutilmente una botella a 5€ en vez de una jarra de agua ( cuando habíamos pedido ya bebidas de "pago" como cerveza , vino , Cocacola, me parece que como estrategia comercial está bien para maximizar ingresos , pero lo dicho, queda feo) Además , Manuel , el dueño, te pregunta que tal todo , pero simplemente para cubrir el expediente, en realidad tu opinión no le importa demasiado, y se le nota. De postre pedimos verano cordobes y un café, ambos estuvieron correctos. En definitiva , es un sitio que aprueba , sin más , pero para un chuletón premium es mejor buscar otro sitio.

Hago la reseña 5 años después, he probado muchas carnes en otros sitios de España y siempre la comparo con la de este lugar y siempre me sigue pareciendo la mejor que he probado. Un poco tarde la valoración pero siempre la recuerdo y siempre me sigue pareciendo la mejor.

★★★★★ Una experiencia gastronómica sublime: ¡imprescindible el Menú Raíces! Mi reciente visita fue, sin duda, una experiencia culinaria de 5 estrellas. Desde el momento en que entras, se percibe una dedicación por la calidad en cada detalle de la oferta gastronómica. Quiero sobresaltar especialmente el "Menú Raíces" 10º Aniversario. Es una verdadera joya que celebra la esencia de la casa. Por 45,00€ por persona, te sumerges en un festín de sabores excepcionales. Incluye la deliciosa Tortillita de Camarones, una exquisita Flor de Alcachofa a la brasa con velo de panceta y gel de amontillado, la reconocida Ensaladilla de Gamba Blanca de Huelva y su refrito, el aroma es formidable,un impresionante Chuletón selección “Los Patios”, y para culminar, su famosa Tarta de Queso payoyo. ¡Una secuencia de platos que deleita el paladar! Además, ofrecen una opción de maridaje por 20,00€ por persona para complementar la experiencia.En resumen, este lugar es un verdadero templo gastronómico. La calidad del producto, la elaboración de los platos y la impresionante carta de vinos garantizan una experiencia inolvidable. ¡Altamente recomendado! En resumen, este lugar es un verdadero templo gastronómico. La calidad del producto, la elaboración de los platos y la impresionante carta de vinos garantizan una experiencia inolvidable. ¡Altamente recomendado!

Maravilloso ambiente! Manuel lleva el local con mino y buen gusto! Todo muy rico! Me he sentido mimado! La carne en su punto! El cachopo que no me mola me ha encantado! El queso muy sutil!!! Los postres la hostia!!! Espectacular!!!!!!

Es un sitio al que tenía ganas de ir y me defraudó. Me he llevado un buen chasco. El camarero fue distante, poco amable. La comida no me gustó. Raciones justitas tirando a escasas y caras, aunque de calidad. El postre, una torrija no estaba nada dulce.