los Jazmines en Altea

Paella de pulpo y alcachofas buenísima y los camareros un 10 en todo

Tiene buena comida sobre todo la paella

Fuimos por las reseñas de Google y hay que decir que todo un acierto. Personal super simpático. La comida super rica. Calidad precio de 10. Salimos súper contentos

Arroz con pulpo 🐙 muy bueno y diferente.

Llegamos tarde en una tarde de invierno, el restaurante estaba a punto de cerrar y a pesar de todo el restaurador accedió a atendernos. La paella estuvo excelente, ¡hacía mucho tiempo que no probaba una tan buena a un precio muy razonable! Mención especial para el divino alioli🧄😍🧄

Sitio que siempre ha sido referencia en sus arroces, y que con los años ha ido perdiendo. Sus arroces a día de hoy puedo decir que son excesivamente saladas y aceitosas. La que aún nos parece que está rica es la de alcachofa y pulpo. Los entrantes un pelín caros.

Trato excepcional y la comida es de otro mundo, de los sitios imprescindibles para comer por la zona

Hemos venido a por un arroz al senyoret recomendado por unos amigos y menudo espectáculo de sabores. Hemos sido atendidos por Emilio, un camarero muy amable y dicharachero. El marisco estaba muy jugoso y se deshacía en la boca. Una maravilla de sitio y muy buen servicio.

Paella absolutamente divina. Comimos paella con pulpo y alcachofas. Probablemente la paella con mejor sabor que hemos probado. Incluso comparado con una paella de langosta que comimos en otro lugar. Menú encantador y todo el personal es extremadamente servicial y feliz de adaptarse a las solicitudes dietéticas. El personal es muy amable y la comida es fantástica. Estuvimos en Altea por una semana y fuimos dos veces a Los Jasmines porque era muy bueno. Definitivamente regresaré.

Visita a mediados de Septiembre nuevamente, pero en esta ocasión y creo por ser beneficioso también para la empresa para que tomen la reseña como crítica constructiva, decir que el año que viene seguramente volveremos. Comenzar por la amabilidad que tanto el día que reservamos un viernes creo, nos facilitaron día a nuestra disposición, “Alejandra” y otro caballero, escogiendo para el martes también orientados por su personal, indicando que quizá habría menos demanda, como así fue. Entendemos que sus especialidades quizá muy en especial sean los arroces como el que el pasado año degustamos de alcachofas y pulpo, muy rico y en su punto además de ensalada y no recuerdo que más fue, pero creo deben cuidar el resto de ofertas de la carta. Este año, al habernos invitado unos familiares un par de días antes en su casa también a un arroz en esta ocasión de “ibéricos”, nos decantamos por unos tacos de rape con vinagreta de aguacate y que rico si que estaba, pero el rape nos costó un poco paladearlo al estar muy cubierto del rebozado y demasiado frito a pesar de ser una especie de ensalada para compartir y que en justa cantidad no estaba mal del todo, pero también fueron unos 17 euros lo que pagamos por el plato. El principal fue un solomillo al “Roquefort” que solomillo si era y el tamaño también adecuado pero la salsa es muy mejorable en su elaboración ya que, por su sabor y textura, me temo fue extraída de un frasco de supermercado, así como la “guarnición” ofertada, compuesta de “tres” pimientos tipo “Padrón” y docena y media de patatas fritas. El otro comensal pidió chuletas de cordero que en cantidad de “cuatro” junto a la idéntica “guarnición” que el solomillo, en este caso llegaron adornadas con escamas de sal, tipo “Maldon”, todo ello muy repartido para intentar cubrir el fondo de los platos como se aprecia en las fotos. Ambos platos llegaron muy templaditos, más bien tirando a fríos, que no era lógico volver a la cocina para atemperarlos ya que llegarían muy pasados, a pesar de no ver mucho agobio ese día en las mesas. El vino que nos acompañó este día fue un verdejo, denominación de origen Rueda, “Camino del Sur” en buena temperatura, conservada gracias a una camiseta fría rápidamente añadida por “Emilio” un ágil y experimentado empleado al que ya conocíamos del pasado año que además nos recomendó la tarta de queso francamente espectacular y que junto a Julián, hacen que la nota se equilibre creemos justamente, con la pequeña merma de no llegar al pleno, únicamente por la temperatura de los platos servidos por los que pagamos en total algo más de ochenta euros si mal no recuerdo. De agradecer la facilidad de aparcamiento ya que cuentan con dos ubicaciones para un total de unos quince o veinte vehículos calculo.