Este es un verdadero bar de mariscos. Al entrar, seleccionas entre una paleta de crustáceos frescos y pescado en hielo. Y una selección de ensaladas. Se preparan simplemente a la parrilla sin especias ni salsas. Los asientos son sencillos pero bien espaciados. Carta de vinos modesta y asequible. El marisco en España es bastante caro y la calidad es buena, pero no está a la par de Francia, Italia o incluso el Reino Unido. Aún así, este es uno de los más confiables y satisfactorios que he encontrado en Valencia, Sevilla o Madrid. He regresado muchas veces. Esa es la reseña más confiable.
Mark Sedler
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26 Octubre 2024
8,0
Alentados por algunas de las buenas referencias de esta marisquería y por la novedad de tener el género, dentro del local, como si de una parada de pescadería de un mercado se tratara, nos decidimos seis personas a probarla y reservamos para comer.
En efecto, cuando entramos al local, lo primero que te encuentras es propiamente una parada del mercado con todo el género expuesto y una báscula.
Una vez acomodados en la mesa, sin mantel, a pesar de anunciarse como "marisquería", nos tomaron nota de las bebidas, pero para ordenar los platos hay que levantarse y acudir a la "parada", pedir la vez y hacer la comanda, que te van pesando en su báscula e informando del precio de cada producto, que no es el de una parada de mercado, sino el pvp de una marisquería, es decir, bastante superior.
El producto que tienen fresco es bueno, sin embargo, en varios de los platos que pedimos, varios de ellos de marisco, no se logró el punto de sal del agua de mar al cocerlos, por lo que estaban sosos, algo que no tiene remedio después y que no es de recibo si de una marisquería se trata. Del resto de platos también algunos también estaban sosos, por lo que hubo que añadirles sal y que, a pesar de haberse comentado, nada se hizo al respecto más allá de decir: "pues lo diremos en cocina para que lo tengan en cuenta y no vuelva a pasar", lo cual considero no es de recibo, y menos para el precio que tiene.
Se pidieron ostras (6 a 4,95 €/ud.), croquetas (6), percebes (200 gr), tellinas (1), cigalitas con ajitos (1), berberechos (1), quisquilla (1), chanquetes (2), puntilla (1), bogavante (1 a 60 €), zamburiñas (6), boquerones (2), pulpo (1 a 25 €) y una guarnición de patatas y otra de pimientos de padrón. Además de lo comentado de la carencia de sal en algunos de los platos (percebes, tellinas, puntilla y pimientos), las tellinas y las cigalitas parecían congeladas, pues las primeras no tenían sabor y estaban encogidas, y las segundas ni sabor ni casi carne. De postre unos sorbetes.
En cuanto al precio, con dos botellas de albariño de 23 euros cada una, salimos a 65 euros/persona, por lo que a todos nos pareció bastante elevado para los fallos habidos y para no ser propiamente una marisquería, aunque así se anuncia, por lo que, probada la experiencia, no repetiremos, no por el producto, sino por el elevado precio de éste.
Como contrapunto positivo a la crítica constructiva, destacar la amabilidad y predisposición del servicio en todo momento.
Bruno A.C.
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13 Octubre 2024
6,0