Lluerna en Santa Coloma de Gramenet

Lluerna se encuentra en un local pequeño y acogedor que te hace sentir como en casa desde el primer momento. Optamos por el menú degustación que ofrecen entre semana, y la experiencia fue extraordinaria. Cada plato sorprende por su originalidad y exquisitez, reflejando un gran cuidado por los detalles. El servicio es impecable, atento y profesional, complementando perfectamente la experiencia gastronómica. Un sitio ideal para celebrar una ocasión especial. ¡Totalmente recomendable!

Fuimos el pasado día 7 de Enero a comer, elegimos la mesa en cocina, con maridaje,todo perfecto. Precio/ calidad muy bueno Solo un Pero…teníamos mesa a las 13’30h. Y No abrieron hasta 2 minutos antes,y tuvimos que esperar con el frío ambiental correspondiente

Probé el menú de Lluerna, una experiencia de 10 platos en un entorno encantador y con un servicio excelente. Los platos llegaron muy bien presentados, pero sentí que los sabores podrían ser más distintos. Es un punto menor a refinar y espero que el equipo lo considere para mejorar la experiencia.

Buen restaurante de alta cocina con raíces catalanas marcadas, acogedor y elegante. COMIDA: Un entrante de “nube de hielo” sabor a limón. Un bocado refrescante que limpia el paladar. Tempura de seta de castaño con crema raiford, servido con una infusión de setas [Umami, caliente y sedosa. Muy elegante] Pan de Jordi Morera. Sin levadura, solo de masas madres. En este caso de semillas y de pueblo. Primer vino: Jerez. Caberrubia. Palomino fino sin clarificar. Punto amargo. Ensalada mediterránea: Erizo, ventresca atún marinada en casa, gamba, huevas. Pure tupinambur. [Remarcar la estética e interactividad de este plato. Balanceado de sabor y a la altura de la guía Michelin] Segundo vino: Claret. Priorat. Suave. Color precioso. Fricandó: Salsa fricando a base de Jugo de setas con buñuelo relleno de ceps y topado con picaña. [Un plato sencillo pero ejecutado a la perfección. La salsa de fricando es deliciosa y concentrada, el buñuelo es extremadamente esponjoso y sabe a pura mantequilla] Tercer vino: Espelt. Empordá. La Vella del 21. Tiene estructura, frescura, acidez, mineralidad. Sopa de cebolla con puntos de yema curada y torrijas de queso emmental. [La sopa es umami, untuosa y con toque láctico de mantequilla muy sutil. Pero la yema tiene poco sabor, y la torrija está rica, pero es un poco burda. Creo que este plato necesita ser más refinado. Encaja con la filosofía del restaurante, pero me chirría con respecto al resto de platos] Destaca del maridaje que la acidez del vino y de la sopa estimulan la misma zona de la lengua. Cuarto vino: Rioja. Rosado reserva. Garnacha y viura. Suañé 2020. Ravioli jabalí con piñones, con salsa de setas y trompetas de la muerte [Brutal] Quinto vino: Benje. 2021. Tenerife. Huele muchísimo a azufre. Cuando se deja respirar tiene un retro gusto a pino. Coulant de patata. Huevo, patata y trufa es una combinación segura. Sale la idea de hacer un coulant salado. [Un clásico de lluerna. Sin duda merece la pena probarlo ya que es una prueba de dominio de técnicas culinarias especializadas] Sexto vino: Euskadi. Txacoli. Marko. DO. Muy suave, accesible. Delicado, perfecto para un pescado. Pescado de lonja con salsa anisada. Salicornia. La salsa huele mucho a anís, pero en boca no es invasiva. Un plato un poco plano en texturas, pero interesante de sabor. Septimo vino: Pepe reventos. El bastard 2019. Cierre salado. Color rojo turbio. Olor profundo. Pularda mechada a la cocote con sofrito, piel crujiente y caldo de bogavante. Al lado, bogavante con jugo de pularda con toque anisado del estragón. Presa a la brasa, gnoccis, salsa de trompetas y cerdo. [Punto perfecto. Kelp da una textura y sabor añadido necesario] POSTRES Octavo vino: Sitta pereiras. Mineralidad típica de los albariños. Acidez muy volátil, dulce y elegante. Terrina calabaza. Zumo de mandarina verde. Teja de café. Granizado de almendra. Noveno vino: Tina de David pujol. Mosto de garnacha (tinta). Parte del mosto a bullir hasta concentrar azúcares. Mezclado con más mosto a fermentar. Se deja en tinas y una parte se reserva para consumo. [Remarca la untuosidad del vino y sus toques a caramelo] Chocolate y avellana. Avellana eco de la solana (tostado por encargo). Pasta de avellana a base de piedra (bizcocho y garrapiñadas). Sorbete frambuesa. Espuma cardamomo. SERVICIO Y LOCAL El local y la cocina son amplios, limpios, tranquilos. La comida duró unas 3 horas y se pasó volando. El timing de los platos era correcto, no hubo contratiempos y la atención de sala fue honorable y cercana. Estoy muy agradecido con el equipo de Lluerna por habernos brindado una experiencia tan buena, a la altura de la estrella. Muchas gracias por todo y seguro volveré.

Hicimos el menú la taula, corto para el precio pero estaba todo muy bueno, en especial el buñuelo de fricando y la ensalada de pescado y marisco. Los postres no lucen como el resto del menú

He ido en dos ocasiones, está última probé cosas totalmente distintas y con platos curiosos y novedosos. La verdad que ninguna queja de los platos, sabores muy conseguidos y mezclas que te hacen experimentar mezclas con un buen acabado. La única queja es que las cantidades quedan cortitas para los precios que son: hicimos un menú que nos acabo saliendo a 112 por cabeza.

Muy bueno en todos los sentidos , Relacion calidad /precio , perfecto , gran y buena seleccion de vinos , recomiendo alguno de las islas Canarias , Trato personal perfecto , gracias por hacer el Trabajo con pasion , se nota en todos los aspectos .

Hacia tiempo que me lo habían recomendado y tenia muchas ganas de ir. La ubicación, de barrio. El local, bonito. La comida, de temporada y muy buena. La calidad de producto, bueno, acorde con las expectativas. La cantidad, muy bien. La originalidad de lo que te ponen., poca. Comparto mi opinión desde la perspectiva de que estas en un restaurante con una estrella Michelin. Hicimos el menu Presentacio, un festival de platos que disfrutamos y saboreamos. Todo el personal muy amable, atento y siempre con una sonrisa en la cara. Todo estaba espectacular, pero sin que hubiera nada que dijeras, wow… esto es increíble… pedimos como extra la degustación de quesos. Que con mucho arte te lo presentan en la mesa y hace que te cueste rechazarlo. Los disfrutamos mucho ya que somos unos amantes de los quesos. En su conjunto una experiencia maravillosa y totalmente recomendable.

Mesa dentro de la cocina te la sirven los cocineros una experiencia y un buen regalo 🎁

Un restaurante es un lugar en el que se come y e bebe; pero no es sólo eso. Un restaurante es un lugar en el que se cubre la necesidad de alimento. Pero tampoco es sólo eso. Un restaurante es un lugar en el que, además, se experimentan los placeres gustativos que acompañan al sustento y lo hacen elevarse por encima de la mera necesidad para llevarte a un mundo de emociones y de sentimientos placenteros y abiertos a la generosidad. Lluerna es un restaurante. Hoy, no era nuestro mejor día y ha terminado siéndolo. Hemos empezado con un aperitivo a base de un consomé de setas (su único “defecto” era que sabía a poco) y una maravillosa tempura de setas con una salsa cremosa que recordaba al wasabi: nos ha abierto el apetito. Hemos empezado con un plato a base de ceps (boletus edulis) y llanega negra (babosa negra, señorita, carmellosa), yema de huevo y la parte interior de la burrata. Y hemos seguido con dos platos que eran verdaderos mar y montaña: Unos rovellons botón (níscalos) con calamar de potera brasa y una pularda desmigada con bogavante, en el que los jugos de una se utilizaron para asar al otro y viceversa. Y terminamos con un poco de quesos estupendos, café y el buñuelo (en realidad es una rosquilla) del Ampurdán, que por fin Víctor lo hace magnífico. Ah, regado todo con un cava estupendo.