Lluerna en Santa Coloma de Gramenet

Hacia tiempo que me lo habían recomendado y tenia muchas ganas de ir. La ubicación, de barrio. El local, bonito. La comida, de temporada y muy buena. La calidad de producto, bueno, acorde con las expectativas. La cantidad, muy bien. La originalidad de lo que te ponen., poca. Comparto mi opinión desde la perspectiva de que estas en un restaurante con una estrella Michelin. Hicimos el menu Presentacio, un festival de platos que disfrutamos y saboreamos. Todo el personal muy amable, atento y siempre con una sonrisa en la cara. Todo estaba espectacular, pero sin que hubiera nada que dijeras, wow… esto es increíble… pedimos como extra la degustación de quesos. Que con mucho arte te lo presentan en la mesa y hace que te cueste rechazarlo. Los disfrutamos mucho ya que somos unos amantes de los quesos. En su conjunto una experiencia maravillosa y totalmente recomendable.

Mesa dentro de la cocina te la sirven los cocineros una experiencia y un buen regalo 🎁

Fantástica experiencia que cumplió con la marca en todos los sentidos para un 1 estrella: - cada plato no sólo era muy sabroso sino también muy cohesivo, algo que sorprende a muchos otros restaurantes. Cada elemento de cada plato tenía un papel que desempeñar y cada uno sobresalía en su papel. - cada plato se presentó maravillosamente en una vajilla diseñada teniendo en cuenta la estética y la funcionalidad - todos los cursos fueron divididos y con un ritmo muy bueno - toda la comida contó la historia de la cocina catalana - el servicio en todo momento fue excelente Nuestra comida también estuvo muy, muy bien de precio, especialmente al venir de restaurantes caros en Florencia y Venecia.

Una experiencia de 10! Pese a tener una estrella michelin, el precio es de lo mas razonable y la calidad de los platos es excelente. Para la gente que quiere probar un restaurante de este estilo, recomendamos empezar por este sin duda. Aunque nosotros no lo hemos probado, sabemos que entre semana ofrecen un pequeño menú degustación a un precio más razonable.

Hemos disfrutado mucho!! Existe mucha calidad tanto en la cocina como en el servicio. Ha sido un placer el almuerzo. Uno de los mejores sitios donde hemos ido, muy recomendable.

Nunca defrauda. En mi opinión imprescindible. Un gran menú degustacion a muy buen precio.

El Restaurante Lluerna de Barcelona destaca como un excelente ejemplo de la cocina catalana contemporánea, merecedor de su estrella Michelin verde. El compromiso con la filosofía del slow food y el enfoque del kilómetro cero es evidente en todos los aspectos de la experiencia gastronómica. El menú vegetariano degustado destacó la riqueza de los productos locales y de temporada, con especial mención a las espectaculares setas y pan de un pequeño productor local. El servicio destacó por la pasión y el conocimiento demostrado, ofreciendo explicaciones detalladas sobre los platos y los productores, creando un fuerte vínculo entre el comensal y el territorio. Sin embargo, el maridaje de vinos mostró algunas deficiencias, ya que algunas elecciones no lograron complementar adecuadamente los platos o no alcanzaron el mismo nivel de excelencia. A pesar de esta imperfección, Lluerna ofrece una experiencia gastronómica memorable, confirmándose como un destino ineludible para los amantes de la cocina auténtica y sostenible.

Un restaurante es un lugar en el que se come y e bebe; pero no es sólo eso. Un restaurante es un lugar en el que se cubre la necesidad de alimento. Pero tampoco es sólo eso. Un restaurante es un lugar en el que, además, se experimentan los placeres gustativos que acompañan al sustento y lo hacen elevarse por encima de la mera necesidad para llevarte a un mundo de emociones y de sentimientos placenteros y abiertos a la generosidad. Lluerna es un restaurante. Hoy, no era nuestro mejor día y ha terminado siéndolo. Hemos empezado con un aperitivo a base de un consomé de setas (su único “defecto” era que sabía a poco) y una maravillosa tempura de setas con una salsa cremosa que recordaba al wasabi: nos ha abierto el apetito. Hemos empezado con un plato a base de ceps (boletus edulis) y llanega negra (babosa negra, señorita, carmellosa), yema de huevo y la parte interior de la burrata. Y hemos seguido con dos platos que eran verdaderos mar y montaña: Unos rovellons botón (níscalos) con calamar de potera brasa y una pularda desmigada con bogavante, en el que los jugos de una se utilizaron para asar al otro y viceversa. Y terminamos con un poco de quesos estupendos, café y el buñuelo (en realidad es una rosquilla) del Ampurdán, que por fin Víctor lo hace magnífico. Ah, regado todo con un cava estupendo.

Si te puedes permitir un pequeño capricho culinario de vez en cuanto este es tu restaurante. Yo lo describiría como un parque de atracciones culinario. Cada plato es totalmente diferente y quedas a merced de la sorpresa que no te esperas. Tienen obviamente una carta muy completa pero lo verdaderamente recomendable es escojer un menú degustación. Disponen de 4 tipos. Nosotros escojimos un intermedio: Menú presentación. Tengo que añadir que, aunque los platos no son muy grandes (cosa habitual en este mundillo de la alta cocina), son muchos los platos que integra el menú y yo particularmente acabé muy satisfecho y he de decir que tengo buen saque... La mayoría de los platos son absolutamente deliciosos y, como comento, la variedad de sabores es espectacular. Tengo entendido que es de los restaurantes estrella Michelín más adsequibles económicamente. Nosotros pagamos por cabeza unos 120€ con el vino y el agua incluidos. Otra cosa que nos encantó es que al final el chef Victor sale a hablar mesa por mesa con los comensales para compartir con ellos valoraciones y comentarios. No sè si es algo habitual en este tipo de cocina (es la primera vez que pisamos un estrella Michelín) pero, repito, nos pareció estupendo y hasta nos hicimos una foto con él en un ambiente disteso. Evidentemente recomiendo enormemente este restaursnte y mi valoración de 5 estrellas se queda corta.

Le daría más estrellas al servicio de las que puedo! Fantástico!