Llenaire Hotel Restaurant en Pollença

El miercoles fui a cenar en el Restaurante del Hotel Llenaire con unos amigos. Yo ya conocía el Restaurante, pero nuestros amigos no, y quedaron encantados por las vistas y la paz que se respira en este lugar. La comida fue excelente, sobre todo el rissotto de los entrantes y el solomillo de ternera, muy jugoso y tierno. Los postres también fueron muy buenos. A destacar también el aceite de oliva virgen y el pan sin gluten, que a diferencia de otros restaurantes que sirven el tipico panecillo que a la media hora ya no se puede comer, aqui me sirvieron pan tipo payes, de dos rebanadas, muy bueno. El servicio fue impecable., sobre todo el Maitre que ya nos atendió el año pasado y no se como se pudo acordar de mi, siendo ésta la segunda visita al restaurante. Estuvo en todo momento pendiente y nos explicó no solo la composición de los platos, sino como venían elaborados, pues tuvimos dudas a la hora de elegir los platos y el Maitre nos aconsejó muy bien, al igual que para el vino. En todo momento nos hizo sentir como en casa . siempre atento y después de cada plato se acercó a preguntarnos si nos habia gustado, pero sin agobiarnos en ningún momento. Al final nos quedamos solos en el Restaurante y en ningún momento notamos la sensación de que querian cerrar, sino todo lo contrario. Cuando nos queríamos ir viendo que estábamos solos, el Maitre nos dijo que nos tomáramos el tiempo que quisieramos, que no tenían prisa, y que aprovecharamos el momento de la sobremesa. Un auténtico profesional. Volveremos seguro

¡Genial! Tan tranquilo, con una ubicación única, una joya preciosa.

Una vista estupenda con una taza de café y un pastel. Muy agradable.

Esta es nuestra tercera visita en los últimos 15 años y no nos decepciona. Ubicación fantástica con vistas a Menorca. El servicio es muy atento, pero no agobiante. Alquilamos bicicletas y fuimos en bicicleta a Fermentor.

Nunca me he alojado en el hotel, pero la terraza y el comedor son magníficos. Uno de mis lugares favoritos de Mallorca, un tesoro escondido.

Hotel maravilloso, con unas vistas increíbles sobre la bahía de Pollensa, habitación preciosa, comida riquísima y mucha atención a los detalles, me encanta

Estamos súper entusiasmados con esta joya. Es mi primera vez aquí. Sin duda volveremos.

Un hotel precioso, una ubicación única y una vista realmente impresionante. Buen servicio, pero nos decepcionó un poco la comida. El sabor podría mejorarse un poco, todo podría ser un poco menos grasoso, y entonces todo sería un sueño.

Probablemente mi lugar favorito del norte de Mallorca. Las vistas son preciosas, el gerente es amable y los precios son razonables.

Este es el hotel más mágico e increíble que hemos visitado. Ubicado a 10 minutos del puerto, te recibirán con las vistas más espectaculares de toda la isla. El almuerzo fue espectacular y a un precio muy razonable para la experiencia. ¡Una experiencia realmente maravillosa y el personal te hizo sentir como en casa! ¡Volveremos!