Llagar Bernueces en Gijón

Merendero con amplio aparcamiento y zona infantil descubierta para juegos. Zona exterior con mesas de madera y bancos, típico de cualquier merendero y una zona atechada ideal para estar comiendo tranquilos y a la vez controlar a los críos. También tiene amplios comedores para eventos y parte interior, pero no la conozco. Tiene baños en el exterior y no tuve falta de entrar al bar para nada. Comida calidad/precio genial. Mucho mejor que en la mayoría de los merenderos. Opción de cordero a la estaca por encargo.

Celebré una fiesta sorpresa de cumpleaños y no podría estar más contenta. Desde el primer momento colaboraron conmigo para organizar la sorpresa y cuidaron cada detalle con muchísimo mimo. El ambiente fue perfecto, la atención excelente y todo el equipo se volcó para que el día fuera especial. La comida, además de abundante, estaba riquísima. Los niños lo pasaron genial en la terraza, lo que nos permitió disfrutar aún más del momento. ¡Todo salió fantástico! Mil gracias por hacerlo inolvidable.

Acudimos de tarde a una celebración en el salón pequeño de arriba. Nos dejaron llevar música, karaoke y diversa decoración . Lo hicieron todo muy fácil.

Un espacio super acogedor para ir a comer días con sol en mesas tipo “merendero”. La parrillada de carnes brutal y la camarera un encanto. 100% recomendable

Había estado en otras ocasiones. Esta vez me decepcionó. Habrá cambiado la dirección?

Comida en familia. Rica y abundante, La única pega es el ruido, con el comedor lleno. Espacio exterior para niños tipo parque.

Buen lugar para niños, la comida tardó 1 hora en llegar a nuestra mesa ya que no tienen suficiente personal.

Íbamos cuatro adultos y tres niños. Ya habíamos estado en este llagar en verano y nos había gustado mucho la zona exterior, tanto para comer o tomar algo los adultos como para que los niños puedan jugar. Hoy el tiempo no acompañaba y tuvimos que comer en el interior. Pedimos un menú del día del padre, el cual amablemente nos permitieron no pedir a mesa completa, y varias raciones de calamares, fritos de bacalao… y un cachopo. La comida estaba muy rica y nos gustó mucho también la sangría de sidra. Los postres más que correctos, aunque no sean lo mejor de la carta. Destacar la amabilidad de la chica que nos atendió, que en todo momento se esforzó por saber si estaba todo a nuestro gusto y eso es de valorar. Se agradece también el trato amable con los niño, ya que a veces es difícil encontrar sitios donde no parezca que molestan. También es destacable que otra ocasión que habíamos estado en el llagar y les comentamos que la sidra no estaba del todo buena, no solo nos la cambiaron, sino que nos compensaron con varias atenciones. Repetiremos.

Muy buena experiencia, llegamos tarde como a las 3:30 y nos atendieron fenomenal, las costillas buenísimas, el lugar encantador y gran trato, repetiremos

Comida muy rica, especialmente los tortos y el secreto. Atención inmejorable, personal muy atento.