Era la primera vez que comía en Lizarran, un domingo para ser exactos y muy buena experiencia, el camarero muy simpático y atento, nos atendió de maravilla, la comida muy rica, volveremos.
Da gusto el trato que tenemos siempre por parte de los empleados. Dani, Rosana, Julián, Ana... maravillosos TODOS sin excepción!! Teniendo en cuenta días de lluvia donde el centro se pone a tope, siempre con una sonrisa y currando como campeones/as en un sector durísimo como es el de la hostelería y en ocasiones, poco valorado. Es curioso ver que nos traigan ya lo que saben que nos gusta sin ni siquiera haber pedido, eso dice también de la atención que muestran, y es de agradecer!!.
Estábamos tomando un café, y mi niña quería merendar, Ana un encanto nos ayudado a encontrar la merienda ideal para ella. Un gusto encontrarte con profesionales así qué te hacen sentir como en casa.