LinderoGastro en Córdoba

Atención 10/10 desde que entramos, la comida se nota que es casera y unos sabores espectaculares! Sin duda volveré

Excelente lugar para comer, muy buen trato al cliente y un sabor exquisito!

Me gustó bastante es la primera vez que he ido y todo desde la atención que fueron muy amables, la ubicación en pleno centro de Córdoba, tienen terraza que para mí gusto me gustó más que el interior y lo más importante la comida, pedimos pulpo, torreznos y revuelto de habitas todo muy bueno y para terminar el precio nada caro, lo recomendaría sin duda

Cada vez que vengo a Córdoba voy porque merece la pena, la atención, y lo rico que está todo. Antonio es súper atento.

Nos encantó este restaurante familiar, cuyo personal es muy amable y servicial. Recomendamos especialmente las croquetas de berenjena y el helado de gachas (una especialidad local hecha con crema, anís y canela). Está muy bien ubicado cerca de la estación de tren y ofrece una excelente relación calidad-precio.

De lo mejor de Córdoba sin duda alguna! A destacar la calidad de la comida que estaba increíble y la amabilidad del personal que estaban atentos a todo tipo de detalle. Lo recomiendo 100% sobre todo el salmorejo, los chocos fritos y las croquetas de berenjenas que estaban espectaculares! Volveremos seguro! Sois los mejores !

Fue una grata sorpresa; no esperábamos una cocina típica tan buena y, la verdad, muy justa en cuanto a precio. Los platos están deliciosos y la amabilidad del personal (¡un saludo al gerente, Antonio!) ¡increíble! Recomendamos encarecidamente este lugar si te gustan las buenas tapas y quieres pasar una velada agradable.

Servicio excelente, muy agradable. Comida muy buena y sitio muy bonito

Calidad-precio excelente y la atención de Antonio súper amable, te recomienda y te brinda información del tamaño de los platos.

Comida decente, pero con buena variedad de opciones. La comida no estaba mal, pero no era nada del otro mundo. Las croquetas de jamón estaban ricas, pero una de ellas todavía estaba un poco fría por dentro. Los calamares estaban buenos. El risotto no sabía a risotto y estaba muy caldoso. El revuelto de judías con jamón y langostinos fue una buena alternativa a otros platos clásicos del menú, pero sorprendentemente no llevaba calabacín y sí huevo. El sabor no estaba mal, pero cansaba después de un rato. En general, una opción segura para comer, pero nada del otro mundo.