L'horta de Can Patxei en Gualta

Espacio muy cuidado. Almuerzo entre árboles frutales, huertos, muy aconsejable. Los platos bien escogidos y bien elaborados. Nos han atendido muy amablemente. Muy recomendable.

Buenas comida calidad excelente muy buen ambiente i servicio

Siempre una excelente bienvenida y muy buena cocina en un entorno muy bonito.

La huerta de Can Patxei es un buen restaurante situados en medio de los campos frutales, un espacio amplio y elegante, donde en verano puedes comer muy bien si vas de noche y al fresquito, el servicio es amable y atento, el ambiente es tranquilo y calmado, la comida es buena, me gustó que es de proximidad y que no pega poder por mi gusto podrían poner algo más de acompañamiento.

Hace muy poco que conocí este restaurante y ya he repetido. De los mejores de la zona

Restaurante con un espacio de 10 y una cocina sin demasiadas pretenciones. Platos sencillos sin ser espectaculares pero bien elaborados, lástima que pedí un solomillo poco hecho y me lo hicieron demasiado hecho.

Fantástico todo, entorno, servicio, y comida.

Comida muy buena, trato amable y sitio para que los niños correteen

Nuestra estancia en el restaurante siempre es fabulosa en cuanto a comida, servicio y espacio.

No conocíamos este restaurante y fuimos siguiendo la recomendación de unos amigos. El local, rodeado de manzanos, se encuentra en un entorno tan agradable como característico del Empordà. Nos acomodaron bajo la pérgola exterior; a pesar del calor del día, la sensación era bastante llevadera gracias a los ventiladores de techo, que aportaban frescor. Optamos por el menú del día, con varias opciones tanto de primero como de segundo plato y postres. Compartimos algunos platos y la impresión general fue positiva. Destacamos especialmente la tempura de verduras con romesco, ligera y sabrosa, y una ensalada con melocotón, queso y anchoas sorprendentemente bien equilibrada. Como plato principal, coincidimos en pedir un arroz caldoso con galeras, que nos gustó bastante, con un punto de cocción correcto. Para cerrar la comida, un helado de café que resultó refrescante y con un buen toque final. El servicio fue amable y eficiente, y la relación calidad-precio resultó razonable. Un restaurante que, sin grandes pretensiones, ofrece cocina honesta y bien ejecutada en un entorno tranquilo.