L'horta de Can Patxei en Gualta

El restaurante está muy bien. La carta está etiquetada con todos los alérgenos, soy celiaca y he tenido muchas opciones para comer (incluso tienen pan). Parking gratuito y entorno bonito

Hoy hemos disfrutado del lugar, del servicio y de la comida, estamos encantados y seguro que volveremos.

Comimos muy bien y el lugar es muy agradable, con un ambiente acogedor que invita a disfrutar de la estancia. Mi hija es celíaca y agradecemos mucho que tengan un menú con platos claramente etiquetados como sin gluten. La experiencia ha sido muy positiva. Sin embargo, cabe destacar que los precios no son económicos.

Restaurante con buen producto, cocina de calidad con variedad de platos. Local muy agradable espacioso y con jardin, alejado del turismo se masas. Mejorable acceso a lavabo, tienes que salir al exterior del restaurante lo cual es un problema con mal tiempo.

La comida es excelente y sirven muy rápido, con muy buena presentación todos los platos. El servicio fue eficiente

Ambiente muy agradable, cocina perfecta y servicio correcto. Experiencia perfecta

Excelente, los platos riquísimos Y un buen servicio.

Un lugar encontrado de sorpresa, pero fantástico, comer muy bueno bien cocinado, sabor increíble un 100/% volveremos lo recomiendo

Sitio soñado en todos los aspectos. Ubicación de película, asientos cómodos y servicio muy cercano y espontáneo. Menús variados y gran calidad en el producto y presentación.

No conocíamos este restaurante y fuimos siguiendo la recomendación de unos amigos. El local, rodeado de manzanos, se encuentra en un entorno tan agradable como característico del Empordà. Nos acomodaron bajo la pérgola exterior; a pesar del calor del día, la sensación era bastante llevadera gracias a los ventiladores de techo, que aportaban frescor. Optamos por el menú del día, con varias opciones tanto de primero como de segundo plato y postres. Compartimos algunos platos y la impresión general fue positiva. Destacamos especialmente la tempura de verduras con romesco, ligera y sabrosa, y una ensalada con melocotón, queso y anchoas sorprendentemente bien equilibrada. Como plato principal, coincidimos en pedir un arroz caldoso con galeras, que nos gustó bastante, con un punto de cocción correcto. Para cerrar la comida, un helado de café que resultó refrescante y con un buen toque final. El servicio fue amable y eficiente, y la relación calidad-precio resultó razonable. Un restaurante que, sin grandes pretensiones, ofrece cocina honesta y bien ejecutada en un entorno tranquilo.