Les Tres Portes en La Seu d'Urgell

Un lugar para repetir ! El carpaccio de pulpo está buenísimo, los canelones también. Los platos están muy bien elaborados y equilibrados. Recomiendo visitar este restaurante. El servicio es muy simpático, amable y atento! Se come muy bien!

Una experiencia gastronómica excelente en 3 Portes Tuvimos la oportunidad de cenar en 3 Portes y la experiencia no pudo ser mejor. A pesar de haber llegado tarde y ser los últimos en el local, el trato fue exquisito. La mujer que nos atendió fue amable y atenta en todo momento, lo que sumó mucho a la experiencia. En cuanto a la comida, cada plato superó nuestras expectativas. Como entrante, pedimos huevos estrellados con trufa, un acierto absoluto. De principales, optamos por las albóndigas de solomillo con sepia y langostino, y el redondito de pollo relleno con dátiles, beicon y salsa catalana. Ambos platos estaban deliciosos, bien presentados y con una combinación de sabores muy equilibrada. El ambiente del restaurante también es digno de mención. La decoración es sencilla pero acogedora, con colores claros que crean un espacio cómodo y agradable. Además, la música de fondo, sin voz y a un volumen perfecto, contribuye a una atmósfera relajada en la que se puede conversar sin problema. Por último, la relación calidad-precio nos pareció muy razonable para la zona. Sin duda, un restaurante al que volveremos y que recomendamos a cualquiera que visite La Seu d’Urgell en busca de una gran experiencia gastronómica. Lástima no hacer fotos, pero las podéis ver en otros comentarios.

Estupendísimo! ☺️ acabamos en este sitio por casualidad. Bajamos de Andorra y como era ya la hora de comer buscamos sitios y este fue el que más nos gustó. Es un sitio muy bonito y grande. El servicio fue expectacular. La señora fue realmente agradable.😊 Nos dieron como cortesía de la casa un vasito lleno de manzana con queso y una mermelada. Fue una combinación de dulce-salado expectacular.☺️ Para picar entre dos personas pedimos unas bravas con una salsa de la casa buenísima. Eran unas bravas que no picaban, cosa que personalmente lo agradecí. Como plato principal pedimos un carpaccio de ternera, acompañado de unas tostadas de pan, y un tataki de ternera. La cocción del tataki era perfecta.😊 Para beber pedimos dos aguas y finalmente dos cafés. Es un sitio que realmente es increíble, si por casualidad estais de paso, os lo recomiendo. ☺️

La comida estaba muy buena ! Volveremos seguro!

Hemos disfrutado con mi familia la noche de reyes de una cena espectacular en este restaurante, ideal para celebrar la noche de Reyes. Destacamos el jamón con pan de cristal, simplemente delicioso, y la carne, que estaba en su punto perfecto, tierna y llena de sabor. Además, el servicio fue impecable: atento, amable y muy profesional. Un lugar al que, sin duda, volveremos. ¡Recomendadísimo!

Comida “tradicional” muy buena y con toques modernos, la camarera muy atenta, pero demasiado trabajo para una persona, la pobre iba muy estresada. La carta no era muy larga, pero suficientemente variada, y toda la comida estaba muy rica y bien cocinada.

Restaurante muy recomendable muy limpio Personal muy atento y comida de calidad, ya muy buen precio

Muy buena elección !!! El servicio muy bueno ,y la calidad de la comida estupenda .Nos ha encantado todo .seguro que volveremos

Este es el secreto mejor guardado de esta zona del Pirineo. La cocina es creativa y deliciosa. Las reservaciones parecen ser una apuesta inteligente, aunque se encargan de las visitas sin cita previa. Es pequeño pero tienen mesas tanto para individuos como para parejas, grupos medianos y grandes. El ambiente es encantador y no ruidoso, perfecto para conversar. Para el almuerzo de hoy, se escuchó música tranquila de piano jazz como complemento a la comida. Mi hija pidió cuscús de camarones y yo disfruté la hamburguesa, que era un solomillo japonés sobre una tostada local acompañada de patatas tradicionales. El postre fue crema catalana para agujas sin gluten y el maravilloso crumble de manzana con helado de vainilla. ¡Oh! Maravillosa copa de vino tinto local. Y nuestro albergue también fue el servidor y trabajó en la habitación (cada mesa sentada) sola y el servicio fue rápido y muy bien manejado.

La cena, fue un menú pero muy elaborado. Estaba todo muy bien, lo único que solo había 1 camarera y en hora punta iba un poco atabalada