L’Atelier en Barcelona

Pastelería con buenos productos en el centro de Barcelona. Recomendada para golosos con ganas de degustar mezclas de sabores. También tienen algunos productos salados.

Bocadillos secos con poquiiiisiiiimo relleno Los d pasta d croissant mas secos todavia Calidad precio tremendamente carisimo

Siempre está bien algo dulce después de comer con la gente que quieras y para postre decidimos probar algunas de las cosas de l'Atelier. Tienen postres muy trabajados, además de croissants (con sabores distintos a los típicos) y bombones de chocolate entre otras cosas. Como postres elaborados probamos El Cactus y la Piña, prefiriendo en mi opinión la Piña. Como croissants el de Vainilla Mango-Passió y el de Avellana - Caramelo, siendo un pelín mejor el de Vainilla - Mango. El local tiene para tomar en el interior y una pequeña terraza (por si no te puedes resistir en llegar a casa), las mesas del interior, también las del exterior podrían darles una vuelta estética. El precio es el esperado para un sitio de pastelería trabajada como es el caso. Dependiendo que cojas te puede salir entre los 5 y los 25 euros, si compras Panettone que también es muy típico y bueno, el precio aumentará.

Sin duda una de las mejores pastelerías de Barcelona. Servicio muy agradable por parte de una de las chicas y los postres excelentes como siempre

Normalmente está bastante bien el café pero hoy dos veces he pedido que me lo hagan, finalmente he desistido la persona no sabe hacer café

Todo lo que tienen está buenísimo y el sitio es acogedor. El precio algo elevado pero en corcondancia con lo que comes.

La mejor pastelería de Barcelona. Definitivamente. Sabores que te hacen volver años después.

Disfrutamos mucho de esta pedazo pastelería de Barcelona, probamos cosas bien curiosas y estaban riquíssimas. Sus pasteles en forma de cactus y piña no solo llaman la atención si no que están bien ricos. Tienen helados con sabores ricos y cremosos, y gran variedad de croissants.

Deliciosa pastelería para un desayuno relajado, en una de las calles más bonitas del barrio. Vale la pena probar los croissants, son de gran calidad: recomiendo el de mascarpone, pero el de avellanas, con una maravillosa corteza exterior de azúcar, también tuvo éxito. En la pastelería clásica, los bonitos postres presentes presentan pequeñas imperfecciones en las dosis y en el tipo de chocolate utilizado que no siempre devuelven la alta calidad que cabría esperar. En general, teniendo en cuenta las buenas bebidas, descontando los altos precios, definitivamente es una parada que vale la pena considerar.

Buenisimo a un precio mas que razonable