Lara en Llançà

01/02/2025: Buena comida. Servicio bueno. Ambiente, demasiado ruido cuando está lleno. Precios medios. Muchos platos del menú, con suplementos. Brasa y arroces buenos.

27/01/2025: Muy mala experiencia y con un punto triste. Vine por primera vez a este restaurante con 17 años, y ahora ya tengo casi 34. Durante 17 años ha sido un restaurante de punto de encuentro familiar, con amigos, y desafortunadamente lo dejará de ser a partir de ahora. La Balleta era un restaurante que destacaba por tener un buen menú de comida casera, sin artificios, a buen precio. Ahora, como puede ver en la carta, la mayoría de platos del menú van con suplementos, y no incluye bebida, por lo que finalmente hemos decidido tirar por la carta. Ya es triste tener que renunciar a un menú porque sumando, sale más a cuenta en carta, pero así lo hemos hecho, y todavía no estábamos incómodos. Pero todo ha caído en picado al ver que al llevar el pan con alioli, sólo había dos rebanadas grandes y una muy pequeña, que sería el final del pan. Puede verlo en las imágenes. El coste de esta minucia de pan, como puede ver en el ticket, son 2 euros el pan y 3 euros el alioli. 5 euros por dos rebanadas y cuarto de pan tostado con un poco de alioli. Después llegaron los calamares a la romana. 8 calamares de calidad normal (no se calamar fresco reciente pescado) a 12 euros. 1'5 euros por anilla de calamar. Pongo un tres por el cariño que tengo en el local, pero las ganas me piden poner un 1. No es necesario que los clientes se sientan estafados con esos cambios que no vienen justificados con un cambio de la calidad de la comida. Siempre veníamos a la Balleta y por unos 25 euros comíamos, y ahora nos hemos gastado 44 por cabeza. Entiendo que la inflación provoca que suban los precios, pero ha sido de un 10%, y la subida de precios en este restaurante es mucho mayor. Espero que le vaya bien en esta nueva etapa, donde seguramente siga llenos con mucho cliente francés que, sin duda pagará estos precios, pero perdiendo a sus clientes de siempre. La gente del Alt Empordà que ha hecho que este restaurante lleve abierto tantos años. Muy satisfechos con el trabajo de la camarera. Ella ha sido lo más positivo de la comida. También sorprendidos por que, en medio de la comida, nos vinieran a cobrar porque la semana pasada les hicieron un sinpa. ¿De verdad es necesario hacer esto con clientes que llevan tantos años viniendo? En definitiva, una mala experiencia, y triste. Es el fin de una era. Pero siempre recordaremos a la Balleta que tantos años nos ha hecho disfrutar, y donde no contaban las rebanadas de pan como si fueran oro. Es que de verdad, el ir allí y joderte hasta arriba de pan con alioli ya era una experiencia reseñable, y eso también se ha perdido.