lakeside en Alcúdia

Nos alojamos en un apartamento espacioso, realmente grande, lo cual fue una gran ventaja para nuestra estancia en familia. La ubicación era excelente: hay supermercados cerca, un punto de recogida de paquetería InPost y paradas de transporte público a aproximadamente 1,5 km. La zona es tranquila e ideal para relajarse. Los desayunos eran de muy buena calidad, aunque hay que reconocer que el menú era el mismo, lo que puede resultar monótono durante estancias largas. El personal del hotel merece una mención especial: todos fueron amables y serviciales. ¡Agradecemos especialmente a la Sra. Agata su apoyo y su servicio ejemplar! Entre los aspectos negativos, destacaría la comodidad regular de las camas, el ruido de las tuberías (se oye claramente el agua correr por las bajantes por la noche) y el pequeño depósito de agua caliente, lo que, para una familia numerosa, afectó la comodidad de los baños nocturnos. A pesar de estos pequeños inconvenientes, quedamos muy satisfechos con nuestra estancia. Creo que la relación calidad-precio es excelente y volveríamos a alojarnos aquí sin dudarlo.

Nos encantaron nuestras vacaciones en este apartahotel. El personal fue encantador y muy atento. Los apartamentos eran amplios y prácticos (nevera, lavavajillas, lavadora en lavandería compartida, etc.), con todo lo necesario para ser independiente. Nuestro apartamento estaba en la sexta planta, con balcón y terraza en la azotea. Mi única pequeña queja es que teníamos media pensión. El desayuno era espectacular, pero, lamentablemente, la cena dejaba bastante que desear. Había demasiados alimentos ricos en almidón y pocas verduras para mi gusto, la comida no siempre estaba perfecta y faltaba variedad. Por lo demás, todo en este alojamiento fue increíble. ¡Unas vacaciones de ensueño! (Estancia durante el puente de Todos los Santos).

Estube hace poco ahí y tanto el trato del personal como la estancia han sido perfectas!! Lo recomiendo!!

El sitio podría mejorar con mejores habitaciones pero en conjunto bastante bien, la piscina es una pasada y el balconcito de la habitación le da un extra. En general bastante bien

El hotel está bastante limpio y, al menos en octubre, es agradablemente tranquilo. La zona de la piscina es suficiente para las necesidades de dos niños de primaria. ¡Una gran ventaja para los juguetes de playa! Por 10 € puedes pedir prestados varios juguetes, neveras portátiles, sombrillas, etc. durante toda tu estancia; ¡eres libre de elegir! 😍 Una gran ventaja para el servicio. Llegamos al hotel desde otro alojamiento y teníamos una bolsa de productos fríos. Guardé toda la comida en la nevera durante unas horas mientras esperábamos a que la habitación estuviera disponible. La ubicación es un poco apartada, lo cual nos viene bien, pero vale la pena mencionarlo. La única pega son las mantas, que estaban sucias y tenían un agujero en uno. La relación calidad-precio del hotel es buena y nuestra propia terraza en la azotea es un placer para tomar el sol. 😎

Muy bien trato por parte de los trabajadores.

Leonardo, de recepción, fue muy amable y servicial. Todo el personal del hotel fue genial. Recomiendo ampliamente al personal. La habitación era bonita y espaciosa. Lamentablemente, no tuvimos tiempo de usar la piscina ni el gimnasio a pesar de nuestra estancia de 8 días porque había demasiado que ver. 😊 El hotel tenía mucho aparcamiento y estaba cerca del centro y de las tiendas.

Las habitaciones estaban en perfecto estado y las camas de la segunda habitación eran para niños y demasiado cortas para adultos (no se mencionó al reservar para 4 adultos). La atención al cliente fue lo mejor de la estancia.

Ideal para familias, cerca de las increíbles playas de Alcúdia. Muy tranquilo y el personal muy atento.

Habitaciones limpias, servicio de limpieza a partir de 4 días de estancia. La ubicación, si tienes coche, es muy buena, a pocos minutos de una de las playas más bonitas de Mallorca. La zona es tranquila y pacífica. El personal es agradable y servicial. Hay un embalse cerca, que lamentablemente provoca muchos mosquitos. Los desayunos eran monótonos, había algunos platos ácidos, p. duraznos, sandías o frijoles en tomate enlatados.