La Trattoria del Lupo en Galende

Maravillosa y peculiar experiencia en este precioso lugar en el bonito pueblo de Galende. Una casona de piedra donde el camarero a voce alta te dice cada plato describiéndolo y el lugar donde es típico, haciendo un recorrido por toda Italia. Comida casera y todo riquísimo, los gnochi con salsa de boletus espectaculares y otra pasta rellena con ricotta y un toque de limón deliciosa ligera, y el vino sangue De Iuda sugerencia del camarero, muy rico, y el café riquísimo aunque yo lo estropee con unos hielos😅En resumen muy recomendable.

Mi novia encontró esta maravilla de Trattoria en Galende y ha sido una grandísima experiencia personal y culinaria. Íntimo, agradable y la comida impresionante. Un pedacito de Italia en Sanabria. Totalmente recomendable. Volveremos sin dudarlo.

Espectacular comida italiana casera. Se aprecia calidad te pidas lo que te pidas. Increíble encontrar un sitio así en Sanabria, es mejor que muchos restaurantes en los que he estado en Italia.

Pues qué puedo decir. Cuando vas, la imagen que trasmite es de autenticidad, familiaridad, cierta privacidad, no sé, depende de cada uno. La realidad es que el dueño resulta un poco intrusivo. Se hace incómodo y, la comida, pizzas en nuestro caso, no aportan nada. En ningún momento sientes que estás comiendo auténtica pizza italiana. Nuestra experiencia no cumplió nuestras expectativas ni de lejos. Pero vamos, entiendo que tenga su público

Maravillosa experiencia, comida deliciosa y cuidada al detalle, trato excelente, se agradecen las explicaciones de los platos hechos todos al momento , ambiente tranquilo, relajado e íntimo, volveremos seguro

Experiencia maravillosa. Abróchense los cinturones porque se viene un buen viaje. Este mágico rincón de Sanabria recoge la esencia de la hostelería italiana más seductora: comedores que se sienten como el salón de una casa, menús con recomendaciones personalizadas y una sorprendente pasta fresca surcada de historia. ¿Qué más podíamos pedir? Empezamos con la pizzaiola con pan de ajo: original, rico, pero cuidado porque llena mucho. Después tomamos pasta fresca: raviolone con ricotta y limón, y tagliatelle con anchoa y mantequilla. Esto último muy muy rico, pero en nuestra opinión es mejor comerse la burrata aparte si se pide, porque como viene fría, le quita el calor a la pasta. Terminamos con muchas ganas de probar el tiramisú, porque nos trajeron unas trufitas y un limoncello deliciosos. Precio ni caro ni barato, sino muy razonable. Solo una advertencia: es un sitio al que hay que llegar con ganas, con curiosidad y con la mente abierta. Si lo que se busca son códigos QR, distancia y gangas, será mejor buscar otro sitio. Sin embargo, nosotros seguimos comentando el dulce momento que compartimos ayer con los platos y con el camarero, encantados de habernos empapado de todo. Grazie tante.

Gran trato por parte de Alessandro tanto con sus amables explicaciones como con la maravillosa comida italiana bajo su recomendación .

EXCEPCIONAL Atención, amabilidad, sutileza, producto y cariño es su seña de identidad. Lugares poco concurridos pero que esconden verdaderos tesoros. Comida para dos: Pizzaola Focaccia de cebolla Gnoccis con boletus Pasta a la putanesca Tiramisú y limonchelo Acompañamos la comida con un vino italiano muy bueno. Gracias por atender tan bien y con tanta dulzura a nuestro hijo Lucas. Gracias por aceptar nuestra “invitación” a un cambio de culturas de vinos. Gracias de parte de los 3. Volveremos con un vino diferente.