La Taberna del Pelon en Real Sitio de San Ildefonso

08/12/2025: Lugar perfecto para alojarse. Excelente servicio y desayuno.

08/12/2025: El sitio, lógicamente, excepcional. La habitacione, al menos la nuestra, muy amplia, sin ruidos,camas cómodas. Baño amplio, pero la taza, extrañamente, muy alta. Mido 1,70 y no podía apoyar los pies en el suelo, salvo con la punta de los dedos. Las instalaciones cuidadas y el personal, mayoritariamente, amable y dispuesto. El desayuno buffet adecuado a la categoría del hotel. El spa, justo de tamaño, correcto, aunque se empiezan a notar algunos detalles que empiezan a fallar en las instalaciones. Algunas están dejando de funcionar. Convendría cuidarlo y que no empeore. Donde falla y mucho es en el restaurante y la cafetería que da servicio de habitaciones. Comimos en el restaurante, por 60€ por persona, sin vino y compartiendo postre, unos puerros a los que les faltaba claramente cocción y un cordero, simplemente aceptable, sin más, con unas patatas que no sé cómo tuvieron vergüenza de sacar de cocina. Absolutamente incomestibles. Se quedaron en el plato. Se lo comentamos a la camarera que se limitó a decir que pasaría la información a la cocina. Se equivocaron en la cuenta y añadieron bebidas de más, que corrigieron sin pedir la más mínima disculpa. Y para rematar en la cena, pedimos servicio de habitaciones y después de esperar 1 hora y media, y reclamar 3 veces, recibimos un par de sandwiches, teóricamente calientes, que llegaron fríos, y que nos obligó a volver a reclamar porque llegaron sin la verdura que se indicaba en la carta. También olvidaron la cuchara para poder tomar el postre, que también tuvimos que reclamar. Un desastre. No hubo más que una disculpa, más obligada que sentida. Salvo para desayunar, no recomendamos la restauración del parador. El resto de los días comimos magníficamente en restaurantes muy cercanos, a pocos pasos, y por un precio considerablemente más razonable. Recomendamos salir del parador para comer los mismos productos locales, mucho mejor preparados, amablemente servidos y por exactamente la mitad de precio, que es el que razonablemente les corresponde.