13/07/2025: Es un establecimiento verdaderamente notable en todos los sentidos. La atención al cliente es excepcional, demostrando un compromiso genuino con la satisfacción del comensal. La calidad de la comida es sobresaliente, con ingredientes frescos y una preparación impecable. Además, la selección de bebidas es amplia y sofisticada, complementando a la perfección cada plato. El ambiente es elegante y acogedor, ideal para cualquier ocasión. La experiencia general es sumamente placentera y memorable. Considero que este lugar es altamente recomendable para aquellos que buscan una experiencia gastronómica de primer nivel. Definitivamente, volveré a disfrutar de sus servicios.
12/07/2025: La verdad que creo que fuimos un día de lo más raro. Fue un domingo por la mañana, que por lo que fuera abrían más tarde y nos cogieron una reserva de brunch a las 12. Pero en internet y Google decía que abrían a las 10 y el brunch precisamente terminaba a las 12.
Así que a las 12 entramos allí, estaban abriendo y nos dieron mesa abajo, en la zona de la cueva. Durante toda la comida estuvimos solas. Al subir ya vimos el bar más animado con gente.
El menú de brunch tiene dos tiempos: una bandeja individual con unas láminas de jamón, un queso curado bastante fuerte, un dulce (brownie en nuestro caso), yogur con granola y un trozo de pan con varios acompañamientos (mantequilla y mermelada, tomate rallado). Y después se elige un “principal” con opciones variadas: tostadas saladas, alguna tarta, bizcocho…
Todo acompañado de café, zumo y cava.
El menú del brunch sale a 19.50€ y nos lo teníamos bien aprendido. Por eso nos chocó cuando nos sirvieron del primer pase algo distinto. En vez de los croissants, entendimos que nos pusieron el brownie, pero cuando preguntamos nos comentaron que el bizcocho se les había acabado, y con ello, nos compensaron con un postre de milhojas de mazapán.
Algo que también echamos de menos fue el tomate rallado y algo más de pan. El pan que nos sirvieron inicialmente era considerablemente más pequeño y más duro que el que luego nos sacaron.
Inicialmente, el servicio fue algo loco, también nos preguntaron si queríamos el cava, como si fuera algo adicional al brunch y no entrara dentro del precio. Pero finalmente atendieron todas nuestras peticiones y salimos contentas. No nos cobraron nada de más.
En general, la comida no me impresionó. El jamón estaba cortado algo grueso y costaba masticarlo. El queso sí nos gustó mucho y lo pusieron acompañado de nueces.
La granola y la mermelada eran bastante comerciales. Si bien entiendo que realmente no es un sitio de brunch y no pueden hacerlo todo ellos, qué menos que elegir los productos con un poco de mimo. El pan era de hogaza blanco, con poco interés.
El brownie era una bomba dulce super densa. La verdad que la primera etapa de brunch con tanto dulce nos mató un poco.
Para cuando llegaron los principales estábamos a reventar.
Elegimos todo para compartir. Probamos la tostada de ahumados, la de queso crema con aguacate y la tarta de cuatro quesos. Esta última era densa en boca pero muy sabrosa. Me gustó mucho. Eso si, el helado de fresa que la acompañaba era un crimen. Y una vez se empezó a derretir se mezcló con la tarta e inundó su sabor.
El milhojas de mazapán me gustó por ser un postre ligero, pero la crema tenía el regustillo a saborizante de almendra amarga, siendo bastante artificial.
En general, todo estaba bien presentado. Mejoraría la calidad de los productos, pero la cantidad es más que suficiente.
Al final, nos lo pasamos muy bien. No volvería al brunch pero si a tomar algo en la zona del bar.