Con su trabajo, con su comida y con su amabilidad, Sarah consigue que una panadería se convierta en un lugar único y especial. Gracias por hacernos sentir como en nuestra casa.
Una auténtica maravilla de lugar, sabores internacionales reinterpretados a base de productos de proximidad acompañados de una fantástica atención aseguran una experiencia excelente.