La monteria en Madrid

Un clásico del barrio al que hacía tiempo no íbamos desde que se popularizó (como muchos clásicos de la zona). Cena en mesas de la barra. La calidad de siempre en el rabo de toro deshuesado, el ragout de venado, las rabas, etc. Un poco más flojas las "monterias". No es época de buen mejillón pero más bésame que relleno de mejillón y con sabor algo "plano". En cualquier caso, hay que volver a los sitios de siempre, aunque estén hace tiempo colonizados por gente de otros lares.

Totalmente recomendado. Comedor amplio, servicio impecable y comida de calidad. Muy recomendable el menú en carta, con la cantidad de comida justa para irte bien servido y degustar un buen número de platos.

Posiblemente sea el descubrimiento del año. Y se lo merecen. Fuimos a comer dos personas y no sé ni cómo empezar esta reseña. - El servicio impoluto (hubo un menor fallo y, por la reacción del camarero, se vio como cuidan todo al detalle). Saben lo que hacen y lo hacen BIEN. - La carta contiene de todo lo que puedas desear. Pedimos un entrante (que nos dividieron en dos platos previamente, un detalle sutil que marca la diferencia) y dos platos; boletus con huevo y trufa para compartir, guisado de venado y solomillo con foie y champiñones. - La calidad de la materia prima y del cocinado era excelente. Las cantidades grandes también y escuchan cualquiera de tus peticiones. - Por supuesto vino acompañado de patatas, con un aperitivo inicial y una bandeja de distintos tipos de pan de los cuales elegir (avisado en el menú el coste del aperitivo y el pan). - Las mesas en sala están perfectamente separadas entre sí, el aire acondicionado en agosto perfecto, el local en sí limpio desde el baño hasta el detalle de los vasos que sirven en el comedor. - No existe código de vestimenta aunque si vas algo informal se nota, especialmente en las miradas del resto de comensales en el comedor. Pero el hecho de que nadie con quien tuvimos trato hizo un problema de algo simple como no ir vestido en traje o para una boda, lo hace mejor aún. - Los precios son increíbles para la zona y la calidad de producto y cocina. Se agradece que nadie cobre de más por algo que no debe. Y mucho. No dudo de que sea uno de los principales motivos que hacen de este restaurante uno que destaca entre tantos otros buenos. Así que, no puedo decir nada que Michelín no haya dicho o las reseñas anteriores no hayan remarcado: ESENCIAL si buscas un lugar ideal para comer, sea en sala o barra. Una pena que no cuente con terraza, pero es un factor trivial en el conjunto de todo. Muchas gracias a todas las personas que trabajan allí por hacer parecer lo más complicado, algo sencillo. He ido a muchos restaurantes a lo largo de mi vida y no puedo apreciarlo más.

La comida impresionante, merecedora de estar en la guía Michelin durante tantos años

Parada obligatoria si vienes a Madrid. El ambiente es agradable, la comida deliciosa y el trato inmejorable. Las recomendaciones de Xavier fueron todo un acierto, y Adrián nos atendió de maravilla. Ambos estuvieron muy atentos durante la cena. En realidad, todos nos trataron muy bien. Sin duda alguna lo recomiendo al 100%.

Cené allí con unas amigas y no solo la comida fue increíble, la atención de Xavier y Adrián fue exquisita. Es un restaurante magnífico.

Las monterias ( tigres) insuperables, el arroz con zamburiñas, rabo de toro el cazón también exquisito, pequeño y siempre lleno

Excelente restaurante, con buen producto y elaboraciones exquisitas. El trato inmejorable, tanto Xavier como Adrián nos atendieron de lujo, siempre aconsejándonos y pendientes de todo. Visita obligada si te gusta el buen comer y los buenos vinos.

Para mí es uno delos mejores restaurantes de Madrid en calidad/precio para comer de lujo por unos 50€. El servicio, comandado por Javier y Claudia, es exquisito. Suelen tener propuestas muy interesantes de fuera de carta con el buen detalle de que te dan por escrito el precio de casa propuesta para evitar sorpresas. Y la carta en sí misma es muy interesante con precios muy razonables. Tienen una excelente bodega con referencias como LALAMA, un vino de mencía por 29€ que me encanta. Y han ampliado recientemente la sala, con lo cual es más fácil encontrar mesa.

Situado en Ibiza, cerca del Retiro y menos elegante que el barrio de Salamanca. Comedor moderno que sirve una cocina interesante. Tuvimos el menú degustación Classic, que tenía una gran relación calidad-precio en Euro 48, pero asegúrese de que tiene hambre si lo pide, ya que algunas de las porciones eran muy generosas. Los mejores platos (salados) fueron los (dos) atunes. El foie gras con mango no funcionó del todo y la ensalada de perdiz y granada se cayó. El solomillo de venado en una salsa de vino tinto necesitaba más fruta, pero la merluza con vieiras funcionaba bien, pero era una porción demasiado generosa. La selección de postres fue un absoluto golpe de efecto, así que kudos al pastelero! Vinos por copa disponibles si lo pides. Servicio amable y bastante informal. Excelente relación calidad-precio.