La monteria en Madrid

La semana pasada acudimos a cenar 5 personas, que ya habíamos visitado el restaurante en otras ocasiones. La experiencia fue bastante decepcionante en esta ocasión, que de seguro será la última. Uno de los comensales apenas pudo probar bocado de su plato, pues el rabo de toro estaba lleno de cartílagos y duro, no se podía comer. Al dejar el plato prácticamente sin tocar se nos preguntó qué había ocurrido, explicamos los motivos y se nos preguntó si queríamos otra cosa, cuando el resto de la mesa ya había terminado con sus platos. En un sitio de este calibre, y sobre todo cuando hemos explicado los motivos de nuestro descontento con el plato, que responde claramente a un problema de la cocina, lo normal es que se tenga el gesto de tener un detalle con la mesa, ya que ese plato no estaba ni para cobrarlo. Además, otras dos personas pidieron un hojaldre de perdiz desmigada, rico de sabor sí, pero lleno de huesos, lo cual desmerece completamente el plato y no debería ser propio del precio del mismo. Los otros dos platos estuvieron conforme a lo esperado, pero estos pequeños gestos son los que, con la amplísima oferta gastronómica existente en Madrid, marcan la diferencia y nos hacen repetir otros sitios que, a diferencia de La Monteria, sí cuidan hasta el mínimo detalle la satisfacción del cliente y sus platos, que al final, es a lo que vamos. Entendemos los errores, pero el cliente no tiene porqué pagarlos.

Cogimos el menú degustación clásico por 48€ y estuvo maravilloso. Las porciones eran generosas y cada plato estaba delicioso. Nos encantaron los platos de gambas rebozadas y atún. El personal es amable y habla inglés y tiene menús impresos en inglés.

El atún con salmorejo muy bueno como siempre,pero el pulpo y el ceviche una pena. El servicio de 10.

Un super sitios me ha encantado, la comoda deliciosa, un ambientazo para ir en grupo o en pareja. Recomendado mil veces

Simplemente excepcional! Buena comida, buen servicio y buen precio . Muchos años siendo una de las mejores tabernas de MAD

La comida bastante buena, nada que decir. Sin embargo el servicio pésimo, camareros con mala cara, nada servicial y muy poca amabilidad. Vinos malos.

Esta muy rica la comida, eso sí se llena rápido por que la gente va a disfrutar, es de mucha calidad y muy espacioso.

Restaurante La Montería – Una joya de la gastronomía madrileña Ubicado en el tranquilo barrio de Retiro, La Montería es un restaurante que combina la tradición culinaria española con técnicas innovadoras, ofreciendo una experiencia gastronómica única en Madrid. Con más de 60 años de historia, se ha ganado su lugar como uno de los referentes de la ciudad, merecedor del distintivo Bib Gourmand de la Guía MICHELIN por su excelente relación calidad-precio. El ambiente del restaurante es acogedor y moderno, con una barra vibrante y un comedor elegante de inspiración nórdica que invita a disfrutar de una comida tranquila y sofisticada. El servicio es impecable, con un personal atento que se asegura de que cada detalle sea perfecto. La carta de La Montería es una mezcla de sabores intensos y delicados. Entre sus platos más destacados se encuentran la gamba roja en abrigo, un plato que resalta la frescura del marisco; la ventresca de atún con alioli de ajo negro, que ofrece una combinación de sabores intensos; y el hojaldre relleno de perdiz, una reinterpretación moderna de la caza tradicional. Para terminar, su torrija brioche con helado de maracuyá es un postre delicioso que combina lo clásico con un toque exótico. Si buscas una comida elegante y de calidad en Madrid, La Montería es sin duda una opción que no puedes pasar por alto.

Es una especie de Hocher en normalito. La comida bien pero tampoco una locura y un poco irregular. Decoración aséptica. precios normales. Servicio normal.

Como único coktail tienen un aperol spritz. La ensalada tibia de codorniz vino cubierta con una salsa innecesaria que ahogaba el sabor de la codorniz y aun más el de la ensalada. El lomo de corzo bien, pero estaba tan solo acompañado de, literalmente, unos 20 o 30 gramos de algo que intuyo era batata. Pedí patatas fritas y me trajeron algunos cubitos de patatas, las peores que probé en mi vida. El hojaldre de manzanas y pasa bien, pero me sirvieron fría la copa de oporto que pedí para acompañarlo. El pan frío de nevera. La botella del Jumilla de Juan Gil estaba bien y por un precio razonable.