La Mejillonera en Gijón

Un clásico de siempre con nueva dirección desde hace un tiempo. Últimamente parece que están cambiando al ofrecer las bravas de pincho, pero antes no levantaba cabeza. Habían subido el precio de las bravas, el plato estrella, a 4,50 y ahora lo han vuelto a subir a 5,50, se equivocan.

Hacen unas patatas bravas riquísimas..dignas de probar..el plato estrella de ese establecimiento desde hace muchos años

El ambiente desangelado, aunque hemos ido un lunes. Las bravas correctas sin más, las piezas algo grandes y flojas de picante pero buen sabor. Los mejillones picantes y los calamares cumplen con creces, pero las croquetas de chipirones estaban con un exceso de pimienta blanca que mataba todo el sabor

Se pidieron tres raciones : patatas bravas , mejillones a la marinera y croquetas. El servicio fue ágil y correcto. De las raciones , especificar que las patatas bravas vienen en trozos grandes , por lo que corren el riesgo de no estar bien hechas por dentro , como fue el caso , en el que más de un trozo estaba casi crudo. Un aceptable. Las croquetas , bien de sabor. Quizá sean congeladas, no me dió impresión de que fueran unas croquetas especialmente buenas ni malas pero la masa interior no estaba cremosa, sino apelmazada. Otro aceptable. Los mejillones estaban bastante buenos. No nos dio impresión de que fueran congelados , sino frescos ,y la salsa muy rica, eso sí. Un notable. El local no es muy grande , pero es espacioso y sin lujos pero acogedor. Los baños están en el piso de arriba por lo que las personas con movilidad reducida lo tienen muy difícil. El acceso desde la calle es sin obstáculos. Atención!! No admiten pago con tarjeta. Sólo efectivo.

Las patatas Ali Oli, no me gustaron mucho, la patata sabía a humedad... Sin embargo el salpicón muy bueno y muy buena presentación.

muy rico y sitio muy original!!!

Comida rápida y rica, muy buen trato, recomendable 100%

Desde 1978 que se inauguró, 47⁰ años de servicio, nada es igual a cuando lo regentaba Helio, su hermana y camareros que daban un toque extra del que disfrutar. Hoy es un lugar sin "espíritu ni alma" salto y señalado de Gijón en sus años.

Lo encontramos de casualidad, buscando otra opción q vimos en Google Maps .. Estamos haciendo el camino en bici y nuestro hostal está a 200 MTS... Q sorpresa más positiva ‼️ un bar típico de tapas donde la estrella es el mejillón en diferentes presentaciones... Nosotros pedimos mejillones a la marinera, tigres, chopitos fritos, patatas bravas y bocartes (boquerones) fritos... Todo riquísimo!!! No tuvimos q esperar apenas (tal vez porque era lunes noche)...y el precio super.. Así q recomendadisimooo...

Su aspecto no era muy bueno pero da nostalgia volver a los 80s saboreando esas patatas bravas tas buenas. ¡OS APLAUDO!