La Manzana sidreria en Oviedo

Buena comida y buen servicio, repetiremos

Fabuloso. Comimos ayer 5 amigos y francamente bien. Calidad, cantidad y buen precio. Trato inmejorable del personal. Muchas gracias por todo, seguro repetiremos.

Fuismos a propósito dos veces desde A Coruña y repetiremos una tercera, los trabajadores son majisimos y la comida espectacular

No fue el mejor, pedí patatas fritas extra, ya que el plato principal decía pollo con ajo, sin patatas fritas. Así que comí demasiadas patatas fritas, disfruté de la botella de sidra. El postre, la tarta de queso, no era lo que se mostraba, un poco decepcionante. La cuenta fue de 38,10 euros, un precio elevado para una persona.

Muy rico y recomendable el cachopo a la sidra y el trato de los camareros estupendo

Muy agradables, servicio rápido, comida muy rica y prácticamente toda la carta apta para celíacos.

Nos atendió Baltasar, un encanto! Genial, y la comida estupenda. Volveré en breve

Una experiencia repugnante: Llegué con mi novia a reservar hoy Sábado seis de Septiembre de 2025 a las 21 horas. Nos llamó la atención la seriedad y gesto desagradable del camarero que nos tomaba reserva, pero entendemos que es un trabajo sufrido y todos somos humanos. Una vez sentados, examinamos la carta durante menos de diez minutos, le comenté a ella que esa cena la pagaba yo, y según pasa de largo uno de los camareros nos expeta: "Yo pago el reloj" nos quedamos perplejos porque tampoco fue nada excesivo el tiempo que estuvimos decidiendo que pedir. Ella pidió ensalada templada de bacalao y yo el cachopo tradicional; la ensalada aceptable, el cachopo era una especie de San Jacobo en forma rectangular, algo que jamás he visto en los 45 años que llevo en Oviedo. El trato de los camareros fue absolutamente despectivo y desagradable, lo más fuerte no fue el queso del cachopo si no escuchar al responsable de las reservas, un señor calvo y delgado decirle al camarero que nos estaba "atendiendo" que los de la mesa 11 se tenían que ir ya. Al poco tiempo le vuelve a decir: "Los de la mesa 11 se tienen que ir ya, por favor!!" Y así fue que esté camarero desagradable fue a decirles que se fueran. Nos quedamos perplejos viendo la escena. Ese mismo camarero me sirvió tres culines de la botella de sidra, el resto me los servi yo como buenamente pude. Se nos quitó las ganas de permanecer ni un segundo más contemplando semejante esperpento, decidimos pedir la cuenta e irnos lo antes posible, y entonces la guinda del pastel fue que, aunque normalmente suelo dejar al menos un euro de propina, esta vez no lo iba a hacer, y resulta que de la factura de 49'80 el camarero desagradable que ni siquiera me miraba para servir un culín decidió quedarse con los 20 céntimos de propina de motu propio. Se acercó y nos dió la gracias con tono de burla. En resumen, lo peor no es gastar 50 euros y terminar de mal humor y asqueado, es pensar en qué condiciones estará trabajando esa gente para estar así de amargados y resentidos para acabar tratando así a los clientes. Esta no es la primera vez que ceno allí, he estado más veces y el trato y desprecio a los clientes a ido en aumento. Ojalá se tomen medidas porque es absolutamente inaceptable ser tratado de esa manera, supongo que lo siguiente será ponerte un reloj en la mesa para que sepas cuando tienes que irte

Lugar concurrido en una calle con un montón de opciones. Servicio eficiente y amable. Teníamos un tazón grande de chiperones encebollados para empezar. Cerdo y merluza para la red. Una buena botella de vino de la casa. El café es bueno.

Un sitio muy recomendable, vamos a menudo. Buen servicio, y buen material, tienen desde raciones hasta platos muy elaborados, todo muy bueno. Seguiremos acudiendo.