13/08/2025: La comida muy rica.
El lugar cuidado y limpio.
Buen ambiente.
La atención fue muy buena, menos cuando después de terminar, tardaron 20 minutos en cobrarnos y a ello vino un señor “rapado” que no dijo ni hola al acercarse a la mesa.
Estaba más pendiente del comedor que de cobrarnos.
La señora pequeñita de la recepción, cobraba a los clientes y se quedaba charlando 10 minutos, imagino porque se conocen al ser de la zona.
Un pequeño gesto el del caballero que no nos gustó…
12/08/2025: Fuimos a comer tres personas: dos adultos y un niño de cinco años.
Para ahorrar tiempo y ser directo, detallo los puntos clave de mi experiencia:
Comida:
Mejillones: A mi parecer, ración escasa para tres personas. Eran grandes pero excesivamente picantes, lo que dificultó disfrutarlos.
Croquetas: Diez unidades presentadas en forma de pequeñas bolas. Sabor correcto, aunque con demasiado rebozado para mi gusto.
Pulpo a la brasa: Muy bueno de sabor, pero el exceso de pimentón picante hizo que no lo disfrutara como esperaba.
Zamburiñas: Lo mejor sin duda. Ocho unidades, grandes y muy sabrosas. Muy recomendables.
Servicio:
Nos atendió una camarera llamada Anjana. Muy atenta, educada y agradable. Un punto positivo del local.
Ambiente:
El local es espacioso y está bien iluminado. En algunas reseñas se menciona que tiene vistas a la playa, pero nosotros solo vimos una foto en una pared con una imagen de la playa. No sé si hay otro comedor con vistas reales.
Detalles a tener en cuenta:
Excepto los mejillones (y las almejas que vimos en otra mesa), el resto de platos nos parecieron correctos en cantidad.
El nivel de picante en varios platos (mejillones y pulpo) fue excesivo para mi gusto. No soy fan del picante, y aunque entiendo que cada zona tiene su estilo, habría agradecido que lo indicaran en la carta.
Pan: Lo encontrarás ya en la mesa al sentarte, y se cobra a 1€ por persona. No lo pedimos y, como en todas mis reseñas, critico que se cobre algo no solicitado. Además, el pan estaba bastante seco.
Resumen:
Excepto los mejillones y las almejas (estas últimas no las pedimos, pero las vimos en la mesa de al lado), el resto de platos tenían una cantidad adecuada. Personalmente, encontré que tanto los mejillones como el pulpo estaban demasiado picantes. No soy fan del picante, y aunque normalmente se suele indicar en la carta, en este caso no lo vi. Entiendo que en cada zona se cocina de una forma diferente, pero esta es mi experiencia y opinión.
Un detalle que no me gustó: al sentarse, ya tienes el pan en la mesa. No lo pedimos, pero lo cobran a 1 € por persona. Se podría decir que ya te están cobrando 1 € solo por sentarte. Como hago en todas mis reseñas, critico este tipo de prácticas. Además, el pan no me pareció destacable: estaba bastante seco para mi gusto.