27/12/2024: El restaurante Silvino está situado en una calle bastante discreta frente a una gasolinera, así que no es la mejor ubicación. Sin embargo, una vez dentro, la decoración del restaurante compensó lo que falta en la primera impresión desde el exterior.
Nos sentaron enseguida, pero al pedir el menú y la carta de vinos nos dijeron que escanearamos un código QR en una tarjeta de visita. No nos lo esperábamos. Nunca he estado en un restaurante de primera sin un menú impreso para leer. Que te pidan que escanees un código QR, como en un restaurante de comida rápida o en una cafetería de autopista, es inaceptable. No se puede dar por sentado que los comensales se lleven el móvil a una comida. Cuando salgo a comer fuera, dejo el móvil en casa para no distraerme de la experiencia gastronómica.
Por suerte, dos de los nuestros llevaban sus móviles para que pudiéramos ver lo que se ofrecía, ya que cuando pedimos menús impresos nos dijeron que no había ninguno en el local.
Pedimos y la comida llegó rápidamente. No se le puede poner ninguna pega. Era como la comida de los dioses. La paletilla de cordero estaba tan suculenta que se caía del hueso, y el pescado de roca estaba cocinado a la perfección, servido en un estilo bastante inusual con pimientos ahumados, pero delicioso al fin y al cabo.
La ensalada y los entrantes eran divinos. Frescos y muy bien preparados.
Durante el plato principal, los platos de 3 de los comensales fueron retirados rápidamente sin preguntarles si habían terminado, ¡no lo habían hecho!
Casi le quitan la ensaladera delante de las narices a la última comensal, pero ésta dijo claramente que no había terminado, lo cual estaba claro porque aún tenía los cubiertos en las manos.
Los postres eran ricos pero lo suficientemente ligeros como para no sentirse incómodamente lleno - la leche frita era especialmente deliciosa.
En resumen, la comida era comparable a la de un restaurante con estrella Michelin, la carta de vinos extensa y el entorno del restaurante agradable y cómodo.
Las únicas razones por las que doy a esta experiencia gastronómica sólo 3 estrellas es por
1. la forma poco profesional en que se retiraron los platos de la mesa mientras uno de los comensales aún estaba comiendo y
todavía había ensalada en la mesa casi sin tocar.
2. No hay menú físico disponible, que, incluso en estos días de tecnología omnipresente, es la norma en un restaurante de alta cocina. Toma nota. Se acabaron los días del covidón. No necesitamos que nos sometan a los restos ni que nos recuerden las medidas opresivas y los recuerdos de una pandemia que nos alegramos de que haya terminado.
Por eso, al irnos, dejamos una propina para el creativo y excelente personal de cocina, y no para el personal de sala.
24/12/2024: no le pongo 5 en todo porque para el aforo que tiene, -comimos el 15/12, domingo- solo tienen un servicio para hombres y otro para mujeres; además con tantas personas, la limpieza de dichos servicios debía ser frecuente.