La Industrial Los Remedios en Sevilla

Nos tomamos unas cañas...muy bien el ambiente...

La chica Cristina que me atendió fue un encanto,le pedí un café y no tardo nada y le dije me puedes poner el calentador exterior ,ni lo dudo un segundo ya lo tenía encendido .rapidez y eficaz de lo mejor .muy muy organizado .un camarero vestido de claro que no recuerdo su nombre ,desde aquí le digo que debe relajarse ,las chicas que nos atienden tienen 20 ojos ,lo quieras que tengan 21.

Buen sitio para comer, merendar y tomar una copa, la comida muy buena la atención del personal y el ambiente, recomendable en precio y calidad.

Solo tomé una cerveza y me encontré cómoda

Me toco una camarera nada agradable no se si porque el local estaba lleno pero su cara y modales hicieron que nos marchasemos sin tomar el café y si esta ella no vuelvo a entrar

Para tomar un café es un sitio amplio y casi siempre encontraras mesas, pero el problema es que es bastante ruidoso, la gente suele hablar en voz alta como si estuvieran cantando, es recomendable ir cuando haya poca gente para poder estar tranquilos

Fuimos atendidos por Juan Carlos, una persona excepcional y muy agradable, después de ser ignorados por una camarera bajita con ojos azules que a penar de habernos dicho que nos sentásemos en una mesa y que ahora venía a atendernos, solamente nos miraba con mala cara mientras atendía a la gente que entraba después de nosotros. Cuando vino Juan Carlos a atendernos, se disculpó con nosotros, aún no teniendo que hacerlo el, y nos atendió maravillosamente y con una sonrisa. La camarera se acercó a nosotros con la bebida y con una cara de asco impresionante la dejo en la mesa sin más y se fue. Si no fuese por Juan Carlos, nos hubiésemos ido.

Entramos a desayunar y preguntamos si podíamos pedir en barra o mesa y una chica rubia baja ojos claros nos dijo que en mesa, estuvimos esperando más de 15mins mi novia y yo, pese a que sabemos que había gente, se sentaba más gente y la chica atendía a los otros antes que a nosotros, pasando de nosotros de manera increíble. Cuando nos trajo la cola cola y el café, nos tiró en la mesa sin más y se fue a seguir haciendo no se que, porque nos atendió de últimos. Luego fuimos atendido por Juan Carlos, vaya joya de persona, nos pidió disculpas por un error que no fue de él y nos atendió de maravilla. La comida buenísima, y el ambiente muy bueno. Sin duda volveríamos por la comida y por un trato como el de Juan Carlos sin duda. Una pena que no hubiesen tortitas, para ser primera vez que venimos, volveríamos de nuevo.

Solemos acudir los viernes tras la oficina y nos encanta tomarnos unas cervecitas aquí, el sitio esta genial pero sin duda alguna Jeniffer sabe como hacer para que la experiencia tras el trabajo sea de 10. Atenta, amable y muy divertida, asi da gusto repetir todas las semanas!! 🤩

Este sitio no está mal, no es que sea genial, un poco carito pero es de fácil acceso. Ahora bien, lo mejor del sitio, con diferencia y el motivo que nos mantiene atados es el servicio, en concreto una de las camareras, JENIFER, es espectacular, nos trata inconmensurablemente bien, es lo mejor del lugar. Cuando llegamos y no está esperamos con ansias que llegue. Aunque solo sea por ser atendidos por Jenifer, merece la pena ir a este sitio.