La Huertona en Ribadesella

De lo mejor que llevo probado!!enhorabuena!

Está noche hemos cenado muy bien, el trato exquisito, Felipe no atendió en la sala ayudándonos a elegir el vino que nos gustaba, todo lo que hemos pedido estaba a pedir de boca, volveremos muy pronto...!! Fernando Cuello (Murcia)

De lo mejor de ASTURIAS. No lo habían recomendado y nos parece IMPRESINANTE. Gracias por tan buen hacer a la hostelería

Hemos comiendo allí por la recomendación de una amiga y ha sido un gran acierto, unas almejas a la plancha espectaculares, la ensaladilla de bogavante impresionante y el rey para quitar el hipo... el servicio de 10. Si vienes por esta zona ponlo en tu agenda que merece la pena

Menú degustación excelente. No soy muy amigo de los menús degustación porque suelen basarse en muy buena elaboración con productos normales. El de la Huertona, además de bien elaborado, ha tenido un producto de muy buena calidad, sin engaños. (alguno de los 14 platitos podría haber tenido un poco más de cantidad).

El restaurante con sus vistas es muy bonito; el servicio correcto, la comida buena y el pescado bien hecho. Los peros: (1) raciones escasas con un precio elevado (incluso para la calidad de producto que tienen) y por tanto una relación calidad/precio justita y que finalmente (2) acabas saliendo a comida, cosa que no debería de ser permisible en un restaurante que pretende estar a ese nivel

Un lugar increíble, una calidad brutal, un buen hacer impresionante, tanto de cocina,como de parrilla como de servicio. Da gusto pasar una velada en este restaurante.

Todo impresionante, mejor imposible, yo repito todos los años,,, precio alto pero justo dado la calidad del producto...aupa

Veníamos recomendado pero salimos decepcionados. Calidad servicio precio muy poco recomendable. Positivo: la comida (la croqueta de foie muy rica, el besugo muy fresco y en su punto, el arroz con leche casero y rico) Negativo: los precios de la carta son sin IVA (esto es ilegal en España), nadie te acompaña a la mesa, hemos salido de la sala con olor a cocina en la ropa, el parking no tiene ningún tipo de iluminación y las porciones de los entrantes son MUY pequeñas.

Es un clásico de Ribadesella y su fama lo merece todo. Un sauce llorón da la bienvenida en el parking de acceso, su copa está uniformemente recortada para dar sombra a los coches. En el interior del restaurante se combina lo rústico con lo acogedor, a través de la piedra y la madera. Las vistas inmejorables: un auténtico prau asturiano se extiende hacia la desembocadura del río Sella, con los picos de Europa en el horizonte. Se puede comer tanto de la carta como optar por un menú degustación cerrado, el mismo incluye tanto café como el pan (a diferencia de otros restaurantes de similar caché que es aquí donde buscan el margen). En el menú, predominan los productos locales y frescos, todos riquísimos pero con un ganador claro, el carabinero. Otros platos a resaltar son la sardina ahumada, el virrey y la cococha a la brasa. También se menciona a la croqueta por su originalidad. Los postres no son mis favoritos pero consiguen el propósito de disfrutar de un juego de sabores muy particular. La atención de todo el servicio, especialmente de Felipe y Doralis es inmejorable. Discretos y predispuestos en todo momento.