La Gran Pulperia en Madrid

Excelente lugar la comida deliciosa, pedimos las orejas guisadas divinas, no hay ninguna lugar donde las haya podido encontrar y comer que no sea este. El pulpo excelente y pedimos unas vieras que estaban con un sabor de único, de postre pedimos las torrijas, ay por favor que delicia de postre y la vez pasada pedí la torta de queso, la mejor del mundo, volvería nuevamente como siempre cada vez que vengo a Madrid, recomendado ampliamente 😍

Buen sitio, pero no le veo demasiada calidad precio

Nos encantó. El pulpo está buenísimo, super tierno. Pedimos también las zamburiñas, las recomiendo mucho!! Y el raxo tenía una salsa muy rica. Sin duda volveremos.

Buena experiencia. Riquísimos “Los huevos con Raxó y patatas” y “La tarta de queixo”. La orella y lacón sin más.

La calidad y la atención son su valor principal.

El pulpo, excelente y he tomado mucho en mi vida. La cena al final un poco cara pero merece la pena.

Igualito que el de pozuelo que están de reformas hace años. Calidad increíble y atención inmejorable

El pulpo estaba delicioso, pero lo que realmente nos sorprendió fueron las vieiras: ¡frescas y llenas de sabor! Sin duda, un lugar al que volveremos.

Sitio muy agradable y donde se puede aparcar sin dificultades. Cenamos en la terraza. Pedimos raciones de pulpo a la brasa, ensaladilla, zamburriñas y queso. Todo bueno aunque el queso erq demasiado fuerte. La camarera bastante despistada y un poco insistente. El precio salió caro, 95 Eur los dos.

El menú parece funcionar mejor cuando compartes diferentes platos, en este caso entre cuatro personas. Como indica el nombre del restaurante, su especialidad es el pulpo, que estaba muy bueno (teníamos el pulpo a la Feira). Los mejillones eran abundantes y sabrosos, pero un poco desordenados. ¡Menos mal que te dan un paquete de toallitas! Las croquetas (obtuvimos los tres tipos: jamón, bacalao, y cangrejo) , estaban crujientes por fuera y jugosas por dentro; muy buenas. Las papas hervidas estaban bien condimentadas, y los pimientos pequeños a la parrilla no eran picantes, pero deliciosos de todos modos y un buen complemento para el filete, que se cortó para compartir. El filete estaba tierno y sabía bien, pero era demasiado graso, así que no queda mucho después de terminar de cortar la grasa. Este fue el único plato que nos decepcionó en cantidad, pero no en sabor. Los postres estaban bastante buenos, y los cuatro compartimos tres: tarta de queso, tarta de almendras “Santiago” y una especie de pan remojado en miel y espolvoreado con canela – piensa en tostadas francesas pero más ahumadas. El servicio fue excelente: cortés y eficiente. Valor: bueno para lo que obtienes.