La Golondrina Leña y Sarmientos en Real Sitio de San Ildefonso

Teníamos reserva a las 15:30 pero no nos tomaron nota hasta las 16:30, saliendo del restaurante a las 17:20... La comida no estaba mal, las hamburguesas de trufa buenas aunque con poco sabor a trufa y los tacos de cochinita escasos...

Delicioso todo, repetiría siempre. Muy recomendable.

Pocas veces te encuentras un sitio que te sorprenda así. Imposible tener camareros más simpáticos, comida increíble (de las mejores hamburguesas que he probado), y a buen precio

Un sitio fantástico para comer en familia! La camarera nos atendió súper bien. La hamburguesa es increíble, habrá que pedirlo!

Totalmente recomendado para ir con nuestros peludos!!! Muy buena atención y comida muy rica!!

Este restaurante parece más convencional de lo que realmente es. La carta es bastante variada y de muy buena calidad y elaboración exquisita. La atención es buena, aunque el precio no es especialmente económico. Aún así, es muy recomendable.

Excelente sitio en La Granja. Completamente recomendable. Trato muy bueno.

Nos encanta, llevamos unos días en La Granja y hemos ido ya dos veces, el servicio espectacular y la comida muy rica y el precio bien para el resto de restaurantes de la zona😊 Muy recomendable

La comida muy buena, pero el trato… EXCEPCIONAL. José es una persona encantadora que nos asesoró muy bien. Muy recomendable el tinto de verano casero!!

Acudimos en familia a este restaurante aprovechando la visita y el paseo a La Granja. No tuvimos que esperar, milagrosamente, a pesar de no tener reserva. Pedimos rápidamente la hamburguesa de 250 gr, la ensalada e burrata, el cochifrito con revolconas, el costillar de ternera y el canelón de ciervo con trompetas de la muerte. Acompañamos la cena con una botella de cava Rosa Cusine del 2020, correcta. Todo estuvo más que correcto, bastante rico. En los postres bajaron el listón, puesto que consideramos todos que el falso arroz con leche, hecho en realidad con piñones, no aportaba absolutamente nada al postre. Y las tartas de queso (de Kit Kat, de Pantera Rosa…) fueron poco o nada originales. En este tipo de sitios no suelo prestar mucha atención al servicio, puesto que voy más relajado. Aunque era evidente que no había mucha formación en nada ni ningún camarero que destacase por algo (no saber lo que es un macchiato…). Y continuamos escuchando (esto es una plaga de infinidad de sitios), el famoso “chicos” cada vez que se acercaban a la mesa. En resumen, cenamos bien, un ambiente relajado de vacaciones. Un sitio sin grandes pretensiones donde fundamentalmente los postres fallaron, pero estuvimos a gusto.