Una Experiencia Culinaria Inolvidable en Port d'Andratx: Un Imprescindible para Amantes del Pescado
Nuestra visita a este restaurante en el Port d'Andratx fue, sencillamente, espectacular. Desde el primer momento, la atención superó nuestras expectativas. A pesar de llegar sin reserva en plena hora punta de la cena, nos recibieron con una amabilidad excepcional, prometiéndonos una mesa en el exterior o, como última opción, en el interior. Esta flexibilidad y el deseo genuino de acomodarnos ya sentaron un precedente positivo. En ese mismo instante, y con la confianza de que serían capaces de encontrar un hueco para nosotros, no dudamos en reservar un rodaballo para cuatro personas, un plato que sabíamos que íbamos a querer disfrutar.
Cuando regresamos, una hora más tarde, nos sorprendieron gratamente al habernos conseguido una mesa en la terraza exterior, algo que, siendo viernes por la noche, es un verdadero lujo y muestra la excelente gestión del local. Al momento de pedir, nuestra intención era decantarnos por unas navajas, mejillones y pimientos. Sin embargo, la camarera, una profesional de la tierra, nos hizo una recomendación muy acertada: no pedir los mejillones por estar fuera de temporada. Este gesto de honestidad y conocimiento del producto es algo que valoramos enormemente y que diferencia a los verdaderos expertos. Seguimos su consejo y cambiamos los mejillones por media ración de chipirones y media de zamburiñas, una elección que resultó ser absolutamente deliciosa. El trato de todo el personal, desde el primer contacto hasta el último, fue inmejorable. Se nota que son profesionales de la hostelería con años de experiencia, y que conocen a la perfección tanto el producto como el servicio al cliente, creando un ambiente cercano y acogedor.
Todos los entrantes que pedimos para compartir estaban exquisitos, destacando las navajas por su frescura y sabor. Pero la verdadera joya de la corona, lo mejor de la velada, estaba por llegar: el rodaballo a la plancha para cuatro personas. Lo traen a la mesa, lo limpian con maestría y lo sirven en una bandeja junto con una guarnición de patatas y verduras. El pescado estaba en su punto perfecto de cocción y sal, lo que realzó su sabor natural de una manera sublime. Sorprendentemente, todos coincidimos en que las patatas hervidas que lo acompañaban eran de una calidad excepcional, un detalle que habla del cuidado en cada ingrediente.
Para culminar esta experiencia gastronómica, no pudimos resistirnos a probar el soufflé, un postre que resultó ser una auténtica delicia. Compuesto por bizcocho, helado y clara de huevo batida, flambeado con ron en el momento, fue el broche de oro perfecto. Y en cuanto al precio, nos sorprendió gratamente que fuera muy razonable, especialmente si lo comparamos con otras experiencias menos satisfactorias que habíamos tenido en la zona. Cenamos una paella bastante mediocre el día anterior en otro lugar que nos costó incluso más. En este restaurante, los ingredientes son de primera calidad, cocinados de la mejor manera posible para realzar su sabor, y todo ello acompañado de un trato exquisito y profesional.
Un rotundo diez para este restaurante al que llegamos por pura casualidad, paseando y mirando cartas como se hacía antaño, y un veinte para la profesional que nos atendió con tanta sinceridad y cercanía. Sin lugar a dudas, este es un restaurante de referencia para comer pescado y marisco fresco en el Port d'Andratx. ¡Totalmente recomendable!
Alex Tejido
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24 Octubre 2025
10,0
Encontramos este lugar casi por casualidad y decidimos quedarnos a comer. Había una paella fantástica para dos. El camarero fue simplemente maravilloso, sirviendo la paella de la sartén grande en los platos de la mesa; era realmente elegante. Quedamos completamente satisfechos. El restaurante está en la segunda fila, así que no tiene vistas al mar, claro, pero es más barato que los restaurantes de la primera fila. Nuestro perro también fue bienvenido. ¡Disfrutamos mucho de nuestra estancia y nos encantaría volver a por otra paella!
Vet
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03 Octubre 2025
10,0
Dos de nosotros estábamos allí para cenar y habíamos reservado mesa con antelación. Era necesario esa noche, ya que la terraza estaba llena. Aún quedaban asientos disponibles en el interior. Nos trajeron pan y aceitunas para empezar la comida sin tener que pedirlo. Nos pareció muy agradable, ya que teníamos algo para picar mientras mirábamos la carta. Además, acortó la espera para nuestros platos. El pan se sirve caliente, lo cual no es habitual. La paella se sirve al estilo típico español, hecha con pescado y marisco fresco. Estaba realmente muy buena y era abundante para dos personas. También sirven pescado salado, que se filetea en la mesa. Los camareros siempre fueron muy atentos y serviciales. Como estaba muy lleno, esperábamos tener que esperar un poco, lo cual nos pareció totalmente aceptable. El expositor interior muestra el pescado fresco, que también se utilizó esa noche. Hay varias tapas para elegir, que también estaban muy buenas. ¡Una recomendación sin duda para un restaurante de pescado!
Isabell Liedl
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30 Septiembre 2025
10,0