Fonda Sala en Olost

Un lugar tranquilo y agradable para un buen desayuno una calidad excepcional.calidad y buena elaboración de los productos y el camarero un buen entendido en vinos y wisquis

Teníamos reserva para comer el menú de la fonda pero al llegar solicitamos si tenían mesa en el comedor gastronómico. Eran las 13 horas y nos acomodaron en una mesa con reserva a las 15 horas. Comedor clásico y elegante, mesas bien paradas y adecuadamente separadas, servicio cercano y profesional, excelente vajilla y cubertería. Opción de carta y diferentes menús, entre ellos, el de trufa. Seleccionamos el menú degustación de temporada. De inicio un snack de esfera de aceituna, tártaro de salmón y vermú. Como entrantes, una tarrina de foie hecha en casa, muy buena. Un bogavante a la brasa con parmentier de patata y alcachofas, sensacional. Y un rodaballo salvaje en la Donostiarra, también excelente. Los segundos a elegir entre el solomillo de ternera o un steak tártaro de ternera. Escogimos los dos. El solomillo, tendrísimo. Y el steak en el punto indicado de picante y sabroso. El postre, un poco por debajo. Un prepostre frío y ácido (no recuerdo muy bien) y un pastel de queso como postre, normalito. Bodega muy completa a precios adecuados. Comentar, como resumen, que fue una excelente comida, muy bien atendida y con ganas de volver a ella para disfrutar del menú de la trufa o de la caza la próxima temporada.

Experiencia en el restaurante. Comida muy correcta, carta de vinos expléndida, servicio correcto y sala y entorno justo por un Michelin. Aún así vale la pena y repetiremos.

Establecimiento que te da la posibilidad de elegir entre menú y carta. La opción carta con cocina muy elaborada tiene la trufa como acompañante principal y protagonista. El postre un “pecado” a confesar. Servicio muy atento y profesional.

Hacía mucho tiempo que no hacíamos menú de fin de semana con esa calidad. Fue un auténtico descubrimiento. El nivel de cocina de este restaurante es superior, pronto iremos a probar el de Estrella Michelin. Qué espectáculo de almuerzo.

Calidad, atencion y precio un 10. Cocina catalana bueniiiiiiisima.. Materia prima de proximidad y mucha calidad..... un 10

Excelente servicio y mejor comida degustada. Una delicia por el paladar. Muy agradecidos!!!!

Restaurante familiar de cocina casera, con productos de proximidad y calidad. Tienen dos espacios uno con menú diario y de festivos y la sala interior a la carta, con menús de degustación, en invierno aconsejo tanto el de trufa como el de caza, toda la carta de platos y menús son de cocina propia y también los postres son caseros. También cuidan mucho la presentación de los platos. Todo ello acompañado de una bodega extraordinaria, donde se pueden encontrar vinos y productos extraordinarios. El personal muy amables y atentos por lo que necesites. Comimos unos entrantes para compartir, ensalada de llamantol y un arroz acabado a la brasa, de segundos unos huevos con trufa, una pasta con trufa y dos esteaks tartares uno con trufa y uno con parmesa. La relacion calidad precio es muy buena, pero repetir sin dudar. Vale la pena ir, para disfrutar de una buena gastronomía. Mejor llamar y encargar, suele estar bastante lleno aunque siempre te hacen un agujero.

Muy bien, un fin de semana como casa de familiares y la comida lo mejor

tarrina de liebre y jabalí con pistachos. puntuación: 50 sobre 10 chipirones con ajo y perejil. puntuación: 10 sobre 10