26/02/2025: Dos raciones de calçots con bastante diferencia entre una y otra. La primera un género ridículo, la segunda, ya era otra cosa (en las fotos se ve la comparación).
Se lo dijimos y nos explicaron que a ellos se los venden por manojos de 25 unidades y que algunos manojos son más grandes que otros, que a ellos les cuesta lo mismo.
Aún así, cobrar 1.90€ por unidad aunque esa unidad sea igual de contundente que un guisante no me parece justo. Sobre todo porque si nos llegamos a quedar con una única ración sin repetir, yo, honestamente, me habría llevado una nefasta impresión de los calçots de este restaurante.
Como no fue el caso y dimos una segunda oportunidad, tengo que decir que los siguientes estaban espectaculares y la salsa en ambos platos increíblemente rica.
La atención era amable aunque uno de los camareros se puso un poco pesado con que sí o sí teníamos que pedir más comida, que eso no era comer. Bueno hombre pues muy bien, si me vas a obligar tú a qué pedir ya solo por eso me dan ganas de pedir la cuenta y largarme. Hay que saber vender.
El resto del personal y en especial el que parecía ser el encargado, muy atento.
Pero los tiempos... Un desastre. ¡¡¡Todo muy lento!!! Seguramente si hubiera estado equilibrado, sí que hubiéramos pedido más comida, pero al pasar tanto rato entre plato y plato nos llenamos con el pan y por eso no quisimos más.
Osea que al final no solo una se replantea lo de volver si quiere terminar antes de la hora de la merienda, sino que el restaurante pierde una cuenta que habría podido ser bastante más elevada de lo que finalmente fue.
En definitiva: no está mal y puede que repita para probar otras cosas, pero no he salido encantada.
11/02/2025: La carta es más amplia que la muchos restaurantes, tienen en temporada,enero y febrero, calçots con una muy buena salsa Romescu que no son frecuentes en Madrid . Difícil intentar comer sin reserva previa.