La Esperanza en Castrillón

Lugar muy acogedor y próximo a la playa y rutas costeras. Un buen lugar para hacer avituallamiento. Comida casera a un precio razonable. Raciones abundantes. Personal muy amable.

Comida muy rica en un ambiente agradable

Raciones pequeñas, la comida no está mal , tardan muchísimo para traer los platos los camareros son muy agradables, es caro para lo que ofrece.

El sitio es espectacular con vistas al mar. La comida está muy rica, todo casero. El camarero y la cocinera son muy simpáticos y atentos. Volveré sin duda!

El camarero me pareció encantador, atento, rápido, amable... (pobre, lo que sudaba...). La terraza, muy agradable, junto a la playa, aunque un poco cerrado. La comida estaba rica, aunque no para el precio que tenía: las sardinas ahumadas, muy ricas pero pocas (4 tostas de sardinas con tumaca por ración); el bonito en rollo, rico pero poca cantidad y poca salsa para el precio; la tortilla de merluza, riquísima; el entrecot, pequeño para el precio que tenía (esparábamos algo más especial); la carne en salsa y las carrilleras muy ricas, aunque poca cantidad de nuevo. Eso sí, los pescados de fuera de carta... increíbles (la ventresca, por ejemplo), aunque claro, ya podía... con ese precio... Postres caseros a 5 euros cada uno (extraño que el arroz con leche con canela te lo den caliente). Vino, pan, agua, cervezas... en un grupo tocamos a algo más de 40 euros por cabeza. Demasiado para lo que comimos. Eso sí, la atención excelente.

Hemos comido de maravilla!! Hemos ido a probar la afamada fabada y es cierto lo que dicen porque está espectacular de rica, también hemos comido un encostrado de verduras y setas de primero riquísimo. El postre pastel de la casa y borrachines. Camarero muy amable y servicial. La única pega es que dejen fumar en las mesas, nos llegaba el humo de alguna mesa y es bastante desagradable. La comida y el servicio de 10 el ambiente con humo un cero.

Comimos en el interior y nos pusieron al lado de una ventana por la que se ve la terraza y parte de la playa. Atención exquisita, súper majos y amables. Nos recomendaron qué comer y nos sirvieron con profesionalidad y cercanía. Todo lo que pedimos estaba buenísimo. 5 adult@s y dos niñ@s y salimos a 200 euros. Gracias por todo.

La atención del camarero un diez, el lugar mejorable dado lo caro que es al igual que el tamaño de las raciones. La comida por regla general, rica.

Pedimos entrecot, tabla de quesos y san Martín al horno cómo pescado del día recomendado por el camarero, todo muy rico y bien cocinado.

Comida casera, servicio maravilloso, muy amables, vistas al mar muy bonitas, pescado fresco, patatas caseras para los peques, calamares en guiso muy ricos, para repetir