Conócenos. Nosotros, generación que aun recordamos el chirrido de los carros aculando en la lagareta y aquel delicioso aroma a vino y aceite de candil, decidimos hace ya tres décadas convertir esta bodega en plácido cobijo para tus sentidos, espacio de sensaciones creado siglos atrás por aquellas vidas sobradas de tiempo.
Saborea la exquisitez de las cosas sencillas, auténticas. Nuestra cocina de siempre, nuestros vinos de la tierra, el atemperado ambiente en un entorno de luces y sombras, madera y barro…Déjate embriagar por nuestros sabores, aromas y sensaciones. Toma contacto con este humilde legado, testigo de siglos de esfuerzo y sabia dedicación.
Corría el año 1987 cuando abrimos por primera vez la pesada puerta de aquella cueva que fue del cura, con el sueño de convertirla en un plácido espacio de sensaciones. En el mismo lugar donde se fundieran durante siglos la esencia de la tierra y la sabiduría del artesano para crear vinos genuinos, moldeamos rincones cargados de ensoñación, espacios donde compartir los sabores inmemoriales de una cocina tradicional aliñados con las fragancias de lo natural, en la mesa y en el entorno.
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