Corría el año 1987 cuando abrimos por primera vez la pesada puerta de aquella cueva que fue del cura, con el sueño de convertirla en un plácido espacio de sensaciones. En el mismo lugar donde se fundieran durante siglos la esencia de la tierra y la sabiduría del artesano para crear vinos genuinos, moldeamos rincones cargados de ensoñación, espacios donde compartir los sabores inmemoriales de una cocina tradicional aliñados con las fragancias de lo natural, en la mesa y en el entorno
Llevamos a unos amigos de visita en León y es un lugar peculiar.
La comida buena, morcilla muy rica, tortilla guisada y carrillera muy tierna. Quizás lo que menos nos gustó fueron los pimientos rellenos de carne.
Personal amable.
Regrese con mi hijo despues de varios años sin pasar por Valdevimbre, ni por esta Cueva Del Cura en concreto. Acudimos sin reserva a primera hora (13.45h) y no hubo problemas para ubicarnos. Aparcamos justo al lado. La comida resultó deliciosa: lengua curada, presentada templada , cortada muy fina con pimentón y aceite, excelente y facil de comer. Mi hijo pidió un solomillo, al punto, excelente, mantequilla cantidad generosa que ayuda a mitigar el precio (33). Yo pedí Chivo entrecocido, muy rico, caldoso, con guarnición de chorizo cocido...me habria comido 2 platos. EL pan muy bueno. De postre unos canutillos, pequeños pero muy buenos y cafe. El servicio fue eficaz y amable. Vino de la casa rosado por copas muy agradable