la corralada, alea en Ribadesella

Tremendo acierto llegar hasta aquí. El trato cercano y amable, el entorno es espectacular y la comida es…. La comida está… la comida madre mía está buenísima. Muchísimas gracias por ese rato maravilloso que pasamos allí

De película... el cabritu de escándalo.... los chipis. Buffff....de los mejores... ensalada genial y los postres buenos no.. lo siguiente.. caseros... repetiré seguro... recomendación de un amigo... GRACIAS...

La mejor fabada. El mejor servicio . Hay que volver pronto !

Increíble lugar para comer, hemos comido 8 personas y nos vamos súper contentos, platos contundentes y el postre tarta de la nieta esta increíble.

Raciones abundantes y hechas con un mimo increíble. Auténtico asturiano 100%. Muy recomendable

Restaurante familiar de genuina cocina asturiana tradicional, basada en productos de proximidad y elaboraciones sencillas con resultado excelente. Ambiente tranquilo en un sencillo comedor con las dimensiones y la capacidad justa para ofrecer un servicio atento y cercano. Raciones abundantes (conviene dejarse guiar por el honesto consejo del propietario). Algunas especialidades: como el cachopo o el sabroso y tierno "cabritu" conviene reservarlas con antelación.

Un restaurante donde se come de maravilla. El cachopo es de los mejores que hemos probado en Asturias y la tarta de queso es altamente recomendable. Volveremos, sin duda.

Visitamos este lugar dos días seguidos, porque vivíamos en un pueblo y no había otro lugar donde ir a comer, pero eso no reduce la calidad de este restaurante. Un restaurante familiar con todas las consecuencias habituales que se derivan de ello... trato familiar, bromas, comida y bebidas deliciosas. Reconfortante.

Acabamos allí porque nos apetecía comer un cachopo, lo que no sabíamos es que había que reservar con un día de antelación, ya que valoran tanto el producto que no hacen más de lo que vayan a necesitar, aunque no pudimos comerlo nos pareció súper positivo. Al final acabamos comiendo escalopines y el plato de güela, solo os digo que tengáis cuidado… porque son ENORMES las raciones y sobre todo deliciosas, vas a tener que repetir si o si de su salsa de queso, que está incluida en los escalopines. Probamos, además, su deliciosa sidra, la cual el señor que nos atendió nos explicó a la perfección cómo tomarla de la mejor forma posible, siendo súper agradable. Tiene un ambiente súper acogedor, tanto dentro como fuera del restaurante, intuimos que es un local familiar, en el cual todos te tratan con el mismo cariño. Para lo saciados que nos quedamos tomando de postre la tarta de la nieta, me pareció un precio excepcional. La zona para llegar no transmite mucha confianza pero después al llegar tienen un excelente parking, por lo que merece la pena seguir cada una de las curvas hasta llegar al lugar. Sin duda un lugar para probar, nosotros tenemos claro que cuando nos permita la vida repetiremos para probar su cachopo.

Comida excepcional la cecina espectacular el cachopo impresionante y el queso para llora de emoción. El trato inmejorable