La Chalana en Avilés

Sidrería con buena comida parrilladas de marisco y arroces

Como siempre genial trato, comida y sitio. Además pudimos ver el Madrid-Barcelona con la victoria cule. Jejejeje

La daría 5 estrellas, si dejarán de discriminar a los clientes dependiendo si comen el menú o carta. En mis 45 año viajando y comiendo en cientos de restaurantes de todos los niveles, sólo en La Chalana te sientan en un comedor u otro dependiendo si vas a comer a la carta o el menú. Creo que esto es una discriminación inaceptable. Soy un cliente asiduo y seguiré visitando lo porque el personal es muy profesional y la calidad de los productos buena, pero si fuera por como lo dirigen los dueños no volvería. Ayer dudaba si comer menú o carta, el responsable de asignar mesa como dudaba me sentó en el comedor de menú, finalmente comí a la carta pero en el comedor de los de segunda que es como tratan a los que no comen a la carta. Si coméis fuera un menú de los que solo sirven en las mesas de fuera no os vais a arrempetir y menos y si os atiende Truchi un camsrero super amable.

Un lugar amplio con una rica comida, la atención de los camareros fue excelente. Súper recomendado

Muy buena comida del mar y asequible, el menú Chigre, sensacional, tienen una gran variedad de platos

Esto no es una crítica . es solamente una curiosidad Cómo es que el menú que era para dos personas por 30-40 euros ahora paso a ser precio por persona ¿Esto quiere decir que el precio ha subido el doble?

Comimos el menú chigre y estuvo bien pero para dos un poco escaso, de todas formas, recomendable

Suelo ir de vez en cuando a comer y cenar y tengo q decir q me gusta bastante

En el puerto de Avilés, La Chalana siempre ha sido un referente de buena comida y mejor atención. Cuenta con varios salones para degustar los productos típicos del mar, con una frescura inigualable. Es convenientes reservar con antelación, sobre todo en horas punta. La decoración del establecimiento hace continuas referencias al mar y la iluminación es ideal. Aunque esté lleno, el local permite mantenerse una conversación a niveles razonables. En esta ocasión, hemos probado el pastel de carabineros, el pulpo a la gallega, los langostinos medianos al ajillo, los calamares fritos y una parrillada de pescado para dos personas (ración mínima). La bodega no es extensa, pero es más que suficiente, teniendo en cuenta que se puede beber sidra tirada al momento por los camareros. El trabajo de estos es muy eficiente y rápido, sin importar el número total de mesas ocupadas. Los precios son idóneos a tenor del servicio ofrecido. Ideal para ir en familia, en pareja o con amigos.

Atención exquisita. Camareros pendiente que no te falte nada. Los platos llegan en orden en su momento. Hay medias raciones de algunas cosas. Bordan la plancha. Variedad de raciones. Precios asequibles. Para repetir, sin duda.