La Casona de Clariana en Castellet i la Gornal

Fuimos un grupo de moteros, buena atención, en especial a la anfitriona y calidad precio buena. Lugar muy tranquilo

Son súper agradables (especial la camarera). La comida es casera y está muy buena... siempre que vamos nos tratan genial y nos dejan pasar con nuestro pequeño!!!

Ayer fuimos a celebrar el cumpleaños de mi hija con toda la familia y unos amigos. Comimos muy bien y todo perfecto con una paella buenísima y un detalle del restaurante de un pastel de cumpleaños también muy bueno. Muy buen trato y atentos. Lo recomiendo, salimos muy contentos.

Buena comida, servicio muy gentil..el local y la terraza están súper.

Hemos ido en moto a desayunar y todo estaba muy bien, pies de cerdo, callos, carnes a la brasa y todo super bien atendido por Angelica

Siempre nos atienden de 10! La comida excelente. Raciones correctas. Proactividad en que los comensales estén atendidos de principio a fin. Volvemos siempre que podemos.

Un sitio el cual volveré, Bien comido y bien tratado por Angelica, la cual se encarga de que no te falte de nada .100x100 recomendable.

Bueno bueno hacia un tiempo que no íbamos pero el cambio se nota la comida sabor y cantidad espectacular ,la camarera Angélica le doy un 10 que tía que amable que calidad de servicio que bella que es nosotros volveremos ahora sí me encantó comer allí...

Muy buena la comida y las atenciónes

Una experiencia de las que no se olvidan. Visitamos La Casona de Clariana un domingo en familia y fue muchísimo más de lo que esperábamos. Desde que llegas, el lugar te enamora: una masía preciosa, perfectamente restaurada, rodeada de naturaleza, con un ambiente que transmite paz, tradición y cariño por los detalles. Nos sentamos en la terraza exterior, bajo la sombra de unos pinos enormes, y el aire fresco, junto al canto de los pájaros, hacía que todo se sintiera mágico. Es el tipo de sitio al que llegas para comer... y te quedarías horas. Pedimos el menú especial del día y fue una auténtica delicia. Empezamos con calçots —que estaban tiernos, jugosos y con una salsa romesco espectacular— y luego compartimos carnes a la brasa. La calidad del producto se nota desde el primer bocado. Todo cocinado en su punto, con sabor casero, sin prisas. De postre, una crema catalana que sabía a gloria. Pero más allá de la comida (que es excelente), quiero destacar el trato del personal: atentos, simpáticos, siempre con una sonrisa y con ese toque cercano que hace que te sientas como en casa. La Casona de Clariana no es solo un restaurante, es una experiencia. Es el tipo de lugar al que vas una vez y ya estás pensando en cuándo volver. Ideal para celebraciones, escapadas en pareja, comidas familiares o simplemente para regalarte un momento especial. Volveremos, sin duda. ¡Recomendadísimo! 💯✨🍷