LA CALDERETA en Valencia

Todo muy bueno y trato inmejorable. Calidad precio bien.

Buen ambiente, lo demás aceptable.

Siempre la comida y la atención un 10

Un lugar estupendo para comer comida casera en pleno centro de Valencia y a un precio más que aceptable.

Un restaurante informal lleno de gente local. El horario que visité fue solo para el almuerzo especial del día. El menú incluye entrada, plato principal y postre. La paella principal que comí aquí me pareció más común que cualquier otra paella que comí durante mi viaje a España, y parecía algo que podía comer todos los días y de lo que nunca me cansaría. Por supuesto que estaba delicioso.

El trato es excelente. Fernando su dueño es de lo mejor que hay en la hostelería en valencia junto con su equipo. A destacar toda su carta.expectacular sus menús y sus vinos.

Descubrimos este restaurante en una tarde lluviosa durante la animada celebración de las Fallas de Valencia. Eran alrededor de las 3 de la tarde y, a pesar del aguacero, las calles estaban llenas de gente. Todos los restaurantes que habíamos planeado visitar estaban completamente reservados, y como dos estadounidenses—mi madre, que ahora es local en España, y yo, de visita después de un mes sin probar comida española—estábamos ansiosos por sentarnos y disfrutar de una comida auténtica. Justo cuando llegamos al restaurante, tuvimos suerte: una mesa acababa de quedar libre, ofreciéndonos un refugio cálido de la lluvia. El ambiente dentro no era nada tranquilo, lleno de energía, conversaciones y al menos una o dos celebraciones de cumpleaños. Nos acomodaron en un pequeño rincón blanco, pero no nos importó—eso solo añadió encanto a esta experiencia gastronómica inesperada. El punto culminante de nuestra comida fue el menú especial del día, diseñado para dos personas. Incluía tres aperitivos para compartir, seguidos de una elección de plato principal. Ambos optamos por la paella de mariscos, deseando saborear los intensos sabores de España. Aunque la presentación no fue la más impresionante a primera vista, eso no importó—los sabores lo compensaban con creces. Cada bocado era rico, reconfortante y capturaba la esencia de la cocina española. Acompañado de un vino blanco fresco y rematado con un postre casero, la comida superó nuestras expectativas. Esta experiencia fue más que solo una comida—fue un gran hallazgo, un pequeño tesoro escondido que nos acogió en medio de la lluvia y nos permitió saborear lo mejor de España. Dos estadounidenses explorando España, disfrutando de lo inesperado.

tiene un menú magnífico y son muy amables

Encontré este local de casualidad y quedé encantada con el servicio y la calidad de la comida. Sin duda repetiré en el futuro. La torrija sin duda espectacular

Amabilidad en el trato junto a una cocina de.mercado elaborada y creativa hacen de este un local recomendable donde acudir a degustar sabrosos platos y donde puede llevar amigos y quedar muy bien