La Bonita en Madrid

Sigue siendo mi lugar favorito de Madrid, te sientes en casa, el ambiente te abraza y te sientes tan relajado q estás en casa, la comida la disfrutas en cada bocado, es tan acogedor que hasta los perros se relajan como en su casa

Restaurante mediterráneo con una decoración muy original y bonita, con un mural de un perrito muy bonito en el exterior que puedes usar como un photocall. La comida está muy rica. Tiene también una pequeña terraza exterior y 2 salas interiores para comidas: la interior 100% (asiática) y la otra sala semiexterior, está rodeada de una cristalera y tiene calefacción por aire, y se asemeja a una terraza de un paseo marítimo antiguo. He visto perros con sus dueños, en el restaurante 😊. Repetiré.

El restaurante es bonito y hay buen ambiente. El servicio también es bueno, pero calidad/precio es muy caro. 16.90€ por 6 alitas minúsculas.

Sitio pequeño pero muy bien decorado para ir a cenar o tomar algo. La carta es muy escasa pero la comida está buena sin más. El precio de los platos son más elevados que en cualquier sitio que vayas a cenar lo mismo

Esperaba más de los platos. En las croquetas apenas detectamos el sabor a cochinillo. Algo parecido con las gyozas de langostino. Las hamburguesas nos parecieron normales, pero el punto de la carne un desastre. No sé si fue problema de la cocina o del servicio en mesa, pero no dieron una. Lo que más nos sorprendió fue la torrija, estaba rica y muy diferente a lo que te podías esperar de una torrija. La decoración del sitio está bastante chula y el servicio fue atento. Aunque en la reserva comenté que celebraríamos mi 40 cumpleaños y no tuvieron ningún tipo de detalle con nosotros. En cualquier caso, por la relación calidad-precio no lo recomiendo.

Sitio único y espectacular, parece una cabaña y te transporta a un lugar cálido y acogedor. La comida es super buena, pocos platos de gran elaboración. La tarta de queso no tiene ningún tipo de sentido. Un 10 de lugar, volveremos seguro

El sitio muy bonito y el personal muy amable, lo que salva la puntuación. Teníamos un celiaco en el grupo y nos dieron varias opciones. Pedimos de entrante un nido de patatas que estaba bastante bueno, de los principales la hamburguesa correcta pero el tataki de atún muy malo, totalmente frío, tanto el pescado como el acompañamiento.

Ambiente fabuloso, es un restaurante ambientado como si estuvieras en una cabaña. Súper acogedor. Admite perritos y esa es su gran diferenciación. La comida muy buena a pesar del precio que me pareció algo excesivo para la cantidad. Pero bueno íbamos de celebración así que estaba justificado. Había leído en otras reseñas que la lentitud aquí era habitual y efectivamente tardaron bastante, no sólo a la hora de atendernos sino también entre plato y plato. Como ya íbamos mentalizados no me importó tanto, ya que íbamos sin prisa y a disfrutar de la experiencia. Si vas con prisa no lo recomiendo en absoluto.

Local con decoración cuidada , moderna y un poco extravagante pero que te hace sentir cómodo. Mesas separadas dando esa intimidad que el momento requiere. Relación precio un poco alta, salimos a 35€/persona con agua de bebida, precio medio de los platos 18€. La ración de pollo más grande que las gyozas o que las albóndigas. Todo muy rico y sabroso, el pollo tiene una salsa que pica y en la carta se indicaba. Lugar al que repetir sabiendo que el gasto será un poco más alto de la media.

He ido a comer en este mes un par de veces por temas de trabajo y hemos tomado un menú muy interesante por 14,50 euros. Tienen cuatro o cinco primeros y segundos, variados y bien cocinados, correcta atención. En definitiva, hemos comido muy a gusto y para lo referido es recomendable