La Antigua Farmacia en Pamplona

Muy buena atención. Ambiente muy agradable.

La música muy alta a veces por la noche, pero el local es auténtico y tiene una decoración antigua maravillosa.

Fuimos a ña cena de empresa,había un ambientado q ni pa que, el servicio fue rápido y cordial tenían muchísimo curro,los felicito bien organizados y lo q me llamo la atención música alegre y movidita en el restaurante pena no había pista para bailar !

El vermut preparado y los torreznos increíbles.

Después de leer las reseñas creo que no aportaré nada nuevo. De hecho, desde ahora, antes de ir a cualquier sitio daré más valor a los comentarios del lugar, ya que en este caso, resultaron muy ajustados a la realidad. 1. Camarera borde. De 9 bebidas que vas a pedir, ni se te ocurra que una de esas sea un vaso de agua. Te encontrarás con una mujer pelirroja diciéndote en tono súper pasivo-agresivo que hay un bonito puesto de agua a la entrada del bar para que cojas tú misma el vaso de agua. En fin, para que no haya mal rollo, le pedimos una botella de agua, pero ella seguía diciéndonos que nos levantemos a coger agua en la entrada. Por qué? No sé. 2. Las mejores alitas de Pamplona. Cuando recibimos el plato de alitas vimos que algunas alitas eran un hueso rebosado. Si! Habían huesos rebosados!!!. Al transmitir nuestra sorpresa a la camarera está nos dijo con desdén “ si si, no hace falta que me enseñes el hueso que ya lo veo” “este es uno de los platos más vendidos del local, a todo el mundo le encanta, son muy famosas las alitas”. A lo que seguidamente nos ofreció toda seca cambiarnos el plato, claro después de hablarnos como si fuéramos retrasadas. Le dijimos que no. Nuevamente para evitar tener que soportarla de morros toda la noche dado que empezábamos a cenar. Total, las alitas sabían a pollo frito seco. Creo que ponerlas entre sus mejores platos no es muy buen marketing. Pero bueno… Para concluir ! Te recomiendo este lugar si estás a dieta. El malestar que te crea que te traten de manera pasivo agresiva y con desdén te quita el hambre. Devolvimos los platos a medio comer. Esta fue una cena de amigas que jamás olvidaremos.

Un sitio encantador, acogedor, buen servicio y las camareras muy agradables.

Lo mejor, el ambiente en una importante calle de Pamplona que poco a poco va cogiendo animación. Ellos aguantan desde hace años. Y no es de extrañar ya que tienen un toque especial. Buen menú, pinchos, servicio... y un local muy agradable.

Bien, platos de calidad y servicio agradable. Está un poco fuera del centro pero no es relevante. El ambiente es acogedor y calidad precio merece la pena pasarse y disfrutar las ensaladas y las hamburguesas.

Está super lleno una música ,para mí gusto que era un tachun ta chun,y tardaron bastante en servirnos

Bar en la calle García Castañón, decorado con objetos de la antigua farmacia. Tiene una agradable terraza. Los pinchos son muy ricos pero lo que más me gusta es el bocadillo que te sacan con dos bollos de pan cristal, jamón ibérico y huevo frito, es algo digno de probar. El ambiente en el bar es muy bueno y suele haber bastante gente. La atención en las mesas es un poco lenta en servir, tanto la comida como la bebida inicial, la encargada no se estresa.